Los conflictos entre hermanos pudieran ser la situación más común que se vive en el día a día de cualquier familia, sin embargo, es importante identificar cuándo y cómo debemos intervenir, aquí te doy unos consejos que te ayudarán a enfrentar o prevenir estas situaciones:

— Lo primero que te recomiendo es predicar con el ejemplo, vivir en un ambiente sano y libre de peleas en donde las diferencias se solucionen mediante el diálogo y el respeto es una herramienta fundamental.

— Desde pequeños debemos fomentar la sana convivencia, entre más tarde lo hagamos será mucho más difícil. Esto lo puedes lograr dedicándole un día a la familia, con actividades que les permitan a los pequeños aprender a ganar y perder, tales como: juegos de mesa, retos en los que se enfrenten padres contra hijos o adultos contra pequeños, la solidaridad que desarrollan con estas actividades es maravillosa.

— Es importante entender que, entre hermanos, principalmente cuando la diferencia de edades es muy corta, se desarrolla mucha rivalidad entre ellos, la competencia y los celos son hasta cierto punto normal, ya que tienen que compartir todo: espacio, cosas materiales, atención, etc. Es para muchos pequeños su primera enseñanza de negociación.

— Cuando exista un conflicto menor no intervengas, solamente observa y escucha a distancia prudente, los pequeños suelen establecer tratos entre ellos que nosotros muchas veces desconocemos, dales la oportunidad de sentirse capaces de resolver sus diferencias.

— Si la situación se acalora, intervén: pero siendo conciliador, no juez, escúchalos a ambos, no te pongas a favor de alguno, trata de ser siempre equitativo, y permíteles reflexionar en cuál es la diferencia y la posible solución. No castigues ni regañes, orienta, y eso les permitirá aprender a resolver sus asuntos de manera asertiva. OJO: que tu intervención no sea agresiva o eso los alterará más.

— Dale a cada uno su espacio y su tiempo de calidad, involúcralos en las actividades del hogar y de pronto permite que el hermano mayor ayude al pequeño en actividades sencillas pero que lo hagan sentirse protector y no rival de su hermanito. OJO: un protector, no la autoridad.

— Establece límites y normas en casa, observa y valida la personalidad de cada uno de tus hijos de manera individual, para entender en su lenguaje no hablado qué es lo que te esta solicitando. Favorece siempre el puente de comunicación, para que se sientan libres de expresarse en cualquier momento y a cualquier edad.

Espero que estos pequeños consejos te ayuden en la sana convivencia familiar, pero recuerda que crear un vínculo fraternal desde pequeños es indispensable. Enséñales que el amor y el respeto se ganan y se aprenden en el día a día.

Gracias por darte el tiempo de leer mi columna. Este tema lo abordé por solicitud de una lectora, ojalá haya sido de utilidad. Sigo al pendiente de sus comentarios y sugerencias, ¿qué tema te gustaría que abordara? Exprésate, para mí, es un placer compartir contigo… Linda vida.

(Puedes enviar un WhatsApp al 9982412230, dejar tu comentario en mi página de Facebook “Aprendiendo a Vivir” o “Gloria Villalobos”, o en la página de EL UNIVERSAL.

Frases para trabajar esta semana:

“Educo con amor”

“Confío, libero y suelto 
con amor”

“Atraigo a mi vida 
personas maravillosas”

Recomendaciones de libros que pudieran ayudar en el tema que estamos trabajando:

—“Tu hijo tu espejo”, de Martha Alicia Chávez.

—“Hermanos, no rivales”, de Adele Faber.

—“Celos entre hermanos”, de Doro Kammerer.

“Aprendamos a vivir,
 haciéndonos responsables 
directos de nuestra felicidad”
Comentarios y sugerencias: 
Gloria Villalobos Corral
Terapeuta de Psicología Clínica 
y Programación Neurolingüistica
gloriavillalobos_3@hotmail.com
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WhatsApp: 9982412230

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