En las últimas semanas los Gallos Blancos de Querétaro parecen vivir en un verdadero cuento de hadas, y no precisamente por los éxitos deportivos o por elementos futbolísticos mostrados en el terreno de juego. Me refiero al ámbito mediático.

La llegada de Ronaldinho hace un par de semanas sorprendió a propios y extraños, pues nadie se esperaba a un refuerzo de su calibre a nivel liga, mucho menos dentro de un equipo relativamente chico (ahora ya no tanto).

Lo importante ara el equipo dentro de  todo este caos mediático que se ha formado es mantener los pies en la tierra y nunca perder la esencia, esa que le ha funcionado tanto al estratega emplumado.

Con su lema: Humildad y trabajo. Con él han conseguido infinidad de cosas sorprendentes, que muchas veces hasta a ellos ha de sorprender.

Luego de salvarse milagrosamente de un descenso con la compra de la franquicia de Jaguares y todo ese tema que ustedes, apreciables lectores, seguramente recordarán, las cosas no han resultado del todo mal para el equipo, pues la esencia se ha conservado.

Hoy por hoy, con la llegada del astro brasileño, aunado a las contrataciones anteriores (Camilo Sanvezzo, Ricardo Jesús, Danilo Verón, Ricardo Osorio; todas ellas acertadas) es importante conservar la misma humildad para no perderse en el camino y quedarse en la simple promesa de cambio, mismo que Grupo Imagen ha inculcado tanto desde su llegada: la trasformación de un equipo segundario en la liga a uno de renombre.

AIRES DE GRANDEZA

Está por demás decir que la figura de Ronaldinho es sumamente importante alrededor del mundo, sin embargo, su llegada a Querétaro parece en muchas ocasiones un mito, alguien inalcanzable para quienes lo admiran.

Es evidente que todo el mundo desea una fotografía del jugador, un saludo, un autógrafo o cualquier pequeño recuerdo evidente que se tuvo el honor de estar cerca del campeón del mundo, sin embargo, la excesiva seguridad en las inmediaciones del estadio o del Centro Gallo han privado a muchos aficionados de poder entrar en contacto con el ídolo y la única manera de poder observarlo es comprando una entrada al estadio y apreciar los destellos de jugadas que aún quedan de aquel Ronaldinho del Barcelona.

El jugador no ha hablado una sola palabra con la prensa desde que pisó tierras queretanas y se ve complicado poder conseguir una entrevista exclusiva, pues de no ser una personalidad importante dentro del gremio, será imposible tenerla.

CLÁSICO DEL BAJÍO

Ya pasando a temas deportivos, hoy por la noche, Querétaro enfrentará a León; duelo que debería resultar fácil luego de ver los malos resultados que el equipo ha tenido y de ser el penúltimo lugar de la tabla general.

Tras perder contra Atlas, lo mínimo que Querétaro debe hacer es rescatar tres puntos de ésta jornada doble, de lo contrario caerán en el espectáculo con tanta atención y reflectores encima sin sustento en el terreno de juego.

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