Hoy será el segundo debate de los 4 candidatos a la Presidencia de la República, sin la señora Margarita Zavala Gómez del Campo, quien se retiró de la contienda. Las cosas entre los aspirantes continúan igual que hace uno, 2 o 3 meses; la salida de Zavala no beneficia ni perjudica a nadie, pero se disputan los simpatizantes que no votarán por ella; por supuesto que algunos de los panistas regresarán al “redil” y los más, ante la orfandad política, irán decidiendo por quién sufragar el 1° de julio. El puntero en las encuestas se siente ganador; el 2° lugar pretende ignorar al tercero como parte de su estrategia y peregrinamente afirma que la “lucha de las ideas” es entre dos; el tercero —según unas encuestas— continúa en la brega sumando simpatías a pesar del desprestigio que le ocasiona el emblema de uno de los partidos que lo “arropan”. El lejano 4° lugar subió un escaño en las preferencias al “tirar la toalla” Margarita.

Este día se desarrollará el segundo debate que podría mover los “momios”; las preferencias no están decididas: todo puede suceder. Hoy debatirán sobre economía y asuntos financieros. José Antonio Meade es el experto, es la debilidad de Andrés Manuel López, quien pretende resolver todos los problemas regalando dinero sin encontrar la fórmula de cómo generar riqueza, y no ilusoriamente, como lo propone; Ricardo Anaya tiene la huella del “lavado de dinero”; sabe cómo hacer dinero, pero no lícitamente, ignora cómo generar riqueza, quiere bajar impuestos sin crear fuentes de empleo; del Bronco sabremos cuál sería su programa económico para conservar y crear empleos; sabe cómo generar empresas; ha comentado de López Obrador, criticándolo, porque, dice, nunca ha trabajado, no produce, no paga impuestos, solo sabe consumir el presupuesto público.

De tal suerte que nada está decidido o que la contienda solo sea entre dos; son posturas “arrogantes”, de “marketing de campaña mediática” para atraer ingenuos, convencer al electorado indeciso, aquellos que tienen en sus manos el verdadero triunfo del próximo Presidente. Es así como algunos pretenden engañar y convencer a ese indeciso electorado o aquel que ya sabe por quién votará, pero no lo dice; es por ello que no puede hablarse de ningún perdedor, mucho menos un ganador, aunque para algunos, los que le “apuestan” al puntero, hacen lo posible por convencer a los otros de lo que “predica” aquel que se dice ganador de la contienda cuando todo puede suceder. En tanto todo esto sucede en las campañas, en los medios de comunicación tradicionales, en los “corrillos” de los equipos de campaña y redes sociales se dan con todo; circulan memes y videos falsos con tal de posicionar a tal o cual candidato. Sin lugar a dudas, para otra elección resultará necesario regular el tránsito de las mentiras en redes sociales, cuya intención es perjudicar o beneficiar. Y ni qué decir de aquellos anónimos que sin pena alguna hacen circular ofensas, amenazas, agresiones y mentiras en las redes sociales; hay grupos criminales detrás de estas campañas de odio y no hay manera de castigar a los delincuentes. Estas acciones criminales deben regularse y dejar a un lado la “cantaleta” de aquellos que justifican los abusos y el libertinaje en aras de la libertad de expresión; esa se respeta y se seguirá fortaleciendo en las redes, más no las tendenciosas mentiras. Los criminales no pueden continuar en el clandestinaje sin ser sancionados los autores de las agresiones que provocan la polarización por medio del odio, cometen abusos impunemente.

Hoy todos quieren a Margarita por su honestidad, su profesionalismo, su transparencia, su vocación por la democracia, su lucha social. El cinismo mayor está en Ricardo Anaya, quien después de haberla destruido en sus aspiraciones, ahora dice respetarla y quiere rescatarla. Su objetivo es sumar, ello no está mal, lo maquiavélico es lo que hizo con Zavala y ahora pretende que regrese con el ofrecimiento de un cargo público si llega a ganar la elección presidencial. A eso se le llama cinismo ¡Maquiavélico!

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