Cine Continental, Avenida Coyoacán, Ciudad de México.

Cartelera del miércoles 2 de octubre de 1968.

¿Qué película proyectaban ese día? Aventé la pregunta como se lanza una botella al mar.  José Antonio Gurrea Colín, director editorial de este rotativo, la recogió, y me dijo que en una visita a las instalaciones de EL UNIVERSAL  México, iría a la hemeroteca del diario y lo investigaría.

Hace un par de semanas, Gurrea me envió un mensaje informando que ya se encontraba en la CDMX y que iba camino al periódico.

—Por ahí te recuerdo mi encargo del Cine Continental, le dije.

—Por supuesto, lo investigo.

Un par de horas después la respuesta, acompañada por dos fotos, ya estaba en mi celular.
—Listo, amigo.

—¡¡El Cid!!, una película de 1961 con Charlton Heston y Sofía Loren, es la cinta que ese 2 de octubre de 1968 se exhibió en el Cine Continental. Además, otros dos datos aportados por JAGC, fue el último día de exhibición y el filme se encuentra completo en YouTube.

—¡Oh! ¡No recuerdo nada! Uff. ¿Ahora qué hago?... Supongo que buscar la película y verla. 

*****
—¡El Cid Campeador me salvó del 2 de octubre!

—¡Charlton Heston y Sofía Loren me salvaron de la masacre de Tlatelolco!

—Vi casi todas las películas de Heston que pasaban en México en esos años y me gustaban: la actuación dura y soberbia del actor, y la espectacularidad del cine en Technicolor de Hollywood, histórico, de larga duración y en pantalla gigante. Ni hablar de la Loren, sus ojos y sus pechos privilegiados, sus caderas rotundas, sus actuaciones seductoras. 

—Cuando vi el nombre de Heston pensé en El planeta de los simios que sí recuerdo de esos años. Y antes había pensado en  Doce del patíbulo  con el duro de Lee Marvin que también recuerdo. Pero de los 182 minutos que ahora veo que dura la película de El Cid no recuerdo ni un minuto, ni una escena, ni el nombre que me cayó de la Edad Media en plena Edad Luz.

—Perplejo. Estoy perplejo. Perplejo.

—Recuerdo estas palabras de Octavio que nos dedicó en un libro (Hombres en su siglo y otros ensayos, Seix Barral, México, 1984) que me mandó por correo a Coyoacán:
“A Julio y Guadalupe. Hay que estar en su siglo —pero no demasiado. Con amistad. Octavio Paz. México, a 23 de agosto de 1984”.

—Perplejo. Ahora regreso 50 años atrás de mi vida que me llevarán al siglo XI. Veré la película pero no quiero verla todavía. Debo prepararme.

*****
—La mejor manera de defenderme del tiempo y de la vida, en mi caso, es palabreando.

—Garabatear mi propia condena y defensa.

—Dejo todo lo demás a los demás.

—Hay que tratar de saber pero es bueno no saber todo, creo.

—Gracias al director editorial de  EL UNIVERSAL Querétaro, José Antonio Gurrea Colín.

—Casi 50 años después al fin sé qué película vi en el Cine Continental el miércoles 2 de octubre de 1968. Gracias

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