Antes de 2020, en los manuales de crisis de las empresas se encontraban diversas situaciones complejas por las que podría pasar una organización, pero ninguno incluía el protocolo de acción ante una pandemia como la que vivimos.

Hoy sería un grave error que los manuales de prevención no se hayan ajustado con este tipo de riesgos. Como también sería un error no incluir en ellos lo que podría ocasionar que una empresa sea víctima de un ciberataque, o peor aún, de una ciberpandemia.

No es por asustar, pero el Foro Económico Mundial, en su informe de Riesgos Globales 2022, ha señalado que las fallas en la seguridad cibernética serán uno de los 10 principales riesgos que el mundo enfrentará en el corto plazo (estamos hablando de los próximos dos años).

Y para muestra, tan sólo hay que ver cómo se ha disparado esta problemática en los últimos dos años. Se habla de un incremento de hasta 400% en los ataques sofisticados hacia las empresas. Son diversas las razones de esto, pero sin duda el uso de equipos o información delicada fuera de las oficinas ha sido parte de ello.

Lo que comenzó como una migración orgánica, gradual, ocasional y, en algunas veces, cautelosa hacia las operaciones en línea, con el confinamiento por Covid-19 las organizaciones se vieron obligadas a trasladar abruptamente sus actividades cotidianas en oficina al trabajo remoto con ayuda de Internet.

Santiago Fuentes, CEO y cofundador de Delta Protect, me comenta que uno de los mayores riesgos ante la ciberseguridad es el factor humano, pues más del 65% de los ciberataques se deben única y exclusivamente a ello, y sus efectos pueden ser devastadores.

El hecho de que los riesgos cibernéticos hayan incrementado, es un tema sumamente preocupante, porque de no tomar las acciones preventivas necesarias desde todos los ámbitos, de acuerdo con el experto, podríamos estar en riesgo de una ciberpandemia.

Delta Potect es una startup de seguridad cibernética fundada en 2019 por Santiago Fuentes y Antonio Arellano, cuyo objetivo es brindar soluciones integrales para actuar y responder antes, durante y después de un ataque cibernético.

Esta empresa ha detectado y corregido más de 600 vulnerabilidades críticas en diversas organizaciones, y actualmente tienen clientes en más de 15 industrias en México y Latinoamérica.

“Las empresas son víctimas de un ataque de ransomware cada 11 segundos”, señala Fuentes. Y vale la pena resaltar que una empresa puede tardar hasta 210 días en recuperarse y tener control absoluto de su organización luego de tener una situación de este tipo.

El alza de las amenazas informáticas en Latinoamérica y el vacío legal y cultural en México, coloca al país como un blanco predilecto para los ciberataques, que han aumentado en frecuencia y sofisticación.

Los ciberataques a gobiernos y empresas son los más costosos y delicados por el tipo de información que manejan y las actividades que realizan, y estos podrían generar altas pérdidas (se espera que para 2025, el costo de los crímenes cibernéticos alcance los 10.5 billones de dólares anuales), y en el caso de México, el costo promedio del fraude digital se ubica en 1.4 millones de pesos por evento, según la firma en consultoría KPMG.

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