El pasado viernes 1 de febrero, el presidente Sebastian Piñera promulgó la ley que prohíbe en todo Chile la entrega de bolsas de plástico en comercios. De esta forma, Chile se convirtió en el primer país de Latinoamérica que prohíbe la entrega de bolsas de plástico a nivel nacional.

La medida será gradual, para evitar dañar a la economía y generar consciencia en la población. Dentro de los primeros 6 meses, los supermercados pondrán entregar un máximo de dos bolsas por consumidor; después de este periodo, la prohibición será total.

Los comercios pequeños y las tiendas de barrio tendrán un periodo de 2 años para adaptarse a la nueva ley. Dentro de este periodo podrán entregar bolsas de plástico a consumidores, sin embargo, una vez transcurrido el plazo, tendrán que sujetarse a la misma norma que los supermercados.

Gracias a esta nueva ley, Chile dejará de utilizar 3,400 millones de bolsas plásticas al año, un promedio anual de 200 bolsas por persona. Esta iniciativa chilena será un aporte fundamental para evitar la contaminación de ríos, mares y lagos, para mejorar la salud pública, y para luchar por la conservación del planeta.

México no se puede quedar atrás. Existen grandes esfuerzos locales que dan fe de la voluntad que tienen los mexicanos por contribuir al cuidado del medio ambiente. En lugares como Tijuana, Veracruz, Jalisco, Nuevo León, Ciudad de México, Sonora y, por supuesto, el municipio de Querétaro –que fue el primero del país–, ya se han emprendido acciones contundentes para abandonar el uso de bolsas plásticas.

Yo tuve el honor de iniciar, como presidente municipal de Querétaro, la eliminación de bolsas de plástico en comercios. Como resultado de esta medida, se han dejado de utilizar en el municipio más de 2 millones de bolsas plásticas todos los días, con lo que se está evitando la emisión, también diaria, de 8 mil kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera. Ahora mismo, como seguimiento a esta iniciativa, en Querétaro se está trabajando para prohibir, también, el uso de popotes y unicel, tanto a nivel municipal como estatal. Todos estos productos tienen una vida útil de escasos minutos y producen un daño medioambiental de cientos de años. Continuidad que aplaudo, respaldo y apoyo desde mi ahora nueva responsabilidad.

Con la finalidad de llevar la experiencia exitosa de Querétaro a nivel nacional, el 11 de octubre del año pasado presenté ante el Pleno de la Cámara de Diputados una iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.

El objetivo de esta iniciativa es, como ya lo iniciamos en Querétaro y hoy ya lo hizo Chile, prohibir la entrega de bolsas plásticas en comercios. De esta forma, transitar de un país en el que cada persona, en promedio, utiliza 650 de bolsas plásticas al año –más del triple de las que utilizan los chilenos–, a un país donde se privilegia el uso de productos biodegradables, se procura la reutilización y, lo más importante, donde el gobierno y los ciudadanos trabajan juntos para preservar las riquezas naturales que tiene nuestra nación.

Como legislador federal seguiré representando la voz de los millones de mexicanos que aman su tierra, aman sus mares, sus ríos y sus lagos. Seguiré trabajando para plasmar en nuestras leyes ese respeto ancestral que sentimos por la naturaleza. Y seguiré luchando para heredar un México más limpio, un México mejor, a nuestros hijos. Sin bolsa por favor.

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