En un movimiento intrépido, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, anunció la selección y apoyo del partido guinda hacia Celia Maya para contender por la gubernatura de Querétaro en 2021. Esto rompe con la especulación de meses de que otros miembros del partido fuesen declarados candidatos. La situación nos lleva a preguntarnos ¿es Maya la candidata correcta para hacer llegar a Morena a la gubernatura de Querétaro?

Tras intriga y especulación se conoció por fin en los días pasados a la candidata de Morena para la gubernatura. Maya, exmagistrada del Tribunal Superior de Justicia del estado de Querétaro, y quien participará por tercera vez en elecciones gubernamentales, fue la elección de Delgado. Sabiendo quién es la candidata, esta decisión levanta muchas dudas de cara a 2021 a tal punto de que se comience a opinar que las elecciones, por ende, ya fueron entregadas a Mauricio Kuri del Partido Acción Nacional (PAN).
Querétaro ha sido un bastión del panismo en años recientes, por lo que una transición política en la gubernatura resulta una situación complicada de conseguir. En una encuesta reciente la mayoría  de los entrevistados declararon que votarían por el PAN, quedando Morena en segundo lugar. Esto se liga con la decisión de colocar a Maya como candidata a la gubernatura del estado. Hay varias tesis que pueden ser mencionadas en este contexto.

La primera de ellas es que Morena –y sobre todo Delgado– de verdad confíe en que Maya pueda vencer en los comicios. Es una empresa muy ardua porque, a pesar de que la exmagistrada tiene cierto recorrido político, no necesariamente sigue la ideología del partido. Maya no sólo se ha exhibido en su forma de expresarse al momento de dar declaraciones, varias muy controversiales que divergen del progresismo general supuesto del partido, sino que es un cartucho quemado de la política queretana al no generar confianza hacia el electorado, situación que podría causar mayores complicaciones.

La segunda es que quizá sea una estrategia seleccionar a Maya para contender en Querétaro. Tal entidad federativa sigue siendo de las más conservadoras en México, por lo que optar por la candidata más conservadora de Morena en el estado para competir con Kuri quizá fructifique, ya que el espectro político sería casi el mismo, aunque con diferente partido. De esta manera aquellos que se identifiquen más con la derecha política, pero estén inconformes con el PAN, podrían ladearse hacia Maya y, por ende, Morena. ¿Saldrá el tiro?

Una tercera es que Morena identifique que aún no tiene la estructura y por ello sea temprano y difícil para ganar el estado, por lo que no importaría qué candidato se designe para contender por la gubernatura. Por consiguiente, la decisión de colocar a Maya puede obedecer a un pago político, o bien, a no exponer por ahora a otros candidatos más identificados con la causa del partido, con mayor apoyo popular y mayor probabilidad de rendir mejor en las elecciones, como pudo haber sido Gilberto Herrera, o en su caso Santiago Nieto.

Pero a pesar de las tesis, lo que se puede mencionar es que invariablemente había candidatos en mejor posición, con más proximidad a una serie de comunidades en el estado (como la estudiantil) y con contacto más amplio con el electorado para contender y recibir apoyo para la gubernatura, como bien es la situación del exrector de la Universidad Autónoma de Querétaro. Esto contrasta mucho con la decisión de Delgado y evidencia que para él y Morena lo que importó más fue el favor político y no la causa, que a todas luces representaba Herrera. ¿Qué diferencia hay entonces? Al final de día hay que recordar que esto es política, pero aun así, la política puede hacerse bien. Si Morena no cambia estas prácticas arcaicas del priismo, no podrá hacer el cambio positivo que busca e ineludiblemente necesita el país.

Escritor, historiador e internacionalista
niels.rosas@gmail.com
@NielsRosasV (Twitter)

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