Desde octubre de 2015, la población de Querétaro ha sufrido los engaños, los errores y el pésimo servicio de transporte público denominado Qrobús, que como dice el refrán del habla popular, resultó “la misma gata pero revolcada” en relación a su antecesor –RedQ-.

Las usuarias y los usuarios han sido víctimas de catafixias de pésimo gusto en los gobiernos de Francisco Domínguez y Mauricio Kuri: los gobiernos anuncian una cosa y entregan objetos, servicios y realidades de menor utilidad y valor a lo que discursivamente prometen.

La última catafixia sucedió en conjunto con la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ): anuncio de 60 nuevas unidades para mitigar la problemática de la poca frecuencia en que pasan, y los tiempos de espera que superan los 70 minutos en zonas de la periferia.

Las imágenes de los vehículos adquiridos muestran que solo tienen una puerta de acceso (a diferencia de las que transitan por zona metropolitana, con dos o tres puertas), su capacidad o aforo en algunos casos no llegaría a la mitad de otras, y de calidad mejor ni hablamos. En términos médicos, Gobierno del Estado de Querétaro y la AMEQ recetan una aspirina o paracetamol contra una enfermedad con potencial de cáncer o difícil curación. Simulación.

Si Xavier López, “Chabelo”, fallecido la madrugada el sábado 25 de marzo de 2023, ofreció “la catafixia” a decenas de participantes de su programa dominical de televisión; los gobiernos y las autoridades competentes en materia de movilidad de Querétaro han hecho chistes y catafixias sin dosis de humor. Al contrario, con perjuicios para miles de personas.

El timing del anuncio parece que estuvo diseñado con guion: apenas horas después de la distracción y el espectáculo deportivo con la visita del futbolista brasileño Ronaldinho y el regreso del público al estadio Corregidora.

Cuando la mayor parte de la población estaba todavía “con defensas bajas” para la crítica, la movilización y la organización colectiva, o en el disfrute de unos días de asueto, llega el anuncio acompañado de declaraciones o respuestas a preguntas, que ofenden la inteligencia del ciudadano común.

¿De verdad el mandatario estatal y el gobierno piensan que la sociedad cree que esas unidades van a resolver la problemática? ¿Por qué no empiezan por hacer una planeación de fortalecer el servicio, disminuir la tarifa del transporte y dar muestras que piensan en el interés público?

En relación a la declaración de que no usaron recursos públicos para la visita de Ronaldinho, ¿piensan que la sociedad va a tragarse ese “atole con el dedo”? ¿De verdad?

¿Acaso creen que los estudios que han mostrado y advertido que el transporte público de Querétaro es de los peores del país, no se conocen por la sociedad?

Es momento que la sociedad actúe y se organice

*Periodista y profesor de la UAQ

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