Estimado Senador: Seguramente compartimos el deseo de tener un país en el que todos gocemos de una vida digna y en el que se respeten todos los derechos de todos. Un país democrático donde la justicia sea una realidad, donde no existan la discriminación, la corrupción y la impunidad ni el abuso del poder, como tampoco la pobreza y las enormes desigualdades que hoy nos siguen lacerando.

También, estoy seguro coincidiremos en que el México mejor que deseamos y por el que todos trabajamos, cada quien desde su trinchera, solo se podrá alcanzar si todos respetamos la Constitución y las leyes que de ella emanan. A todos nos queda claro que no respetar la Constitución y la ley solo nos llevará al caos y a la barbarie en la que la voluntad del más fuerte se impondrá violentando los derechos y el bienestar de los demás, primero de los más vulnerables y después de todos los demás incluido al más fuerte. Con dicha barbarie todos acabaremos perdiendo.

Es por lo anterior que con un espíritu de reconciliación lo invito a reflexionar sobre su actuar a futuro como Senador de la República. Lo invito a hacerlo sin prejuicios, resentimientos ni apetitos personales o de grupo y solo guiado por los principios y valores que nos son comunes como seres humanos.

Le recuerdo que en el proemio de los estatutos de su partido se señala que: “un cambio verdadero supone el auténtico ejercicio de la democracia, el derecho a decidir de manera libre, sin presiones ni coacción”. Así y solo así, votando libremente acorde lo que le dicte la conciencia y no la línea dictada por el Presidente o su partido —como ocurre con el llamado “plan b” en materia electoral—, que el día de mañana podrá dormir en paz y con la tranquilidad que da el deber cumplido y que como legislador es el de votar a favor de lo que verdaderamente puede beneficiar al pueblo respetando siempre la Constitución.

También le recuerdo que su lema de campaña fue “Juntos haremos historia” y ante ello le pregunto: ¿cómo quiere ser recordado por sus hijos y sus nietos, como aquellos que con tal de obtener triunfos pírricos, como puede ser una próxima candidatura, violentaron la Constitución o como aquellos que siempre la respetaron?  ¿Qué plasmará sobre las hojas que le toca escribir en la historia de nuestro querido México?

Finalmente le recuerdo que los verdaderos triunfos legislativos ocurren cuando se suman a los adversarios, cuando se recogen sus opiniones y se respetan los derechos de ellos y de las minorías. La victoria que ennoblece es la que convence y suma y no la que agandalla o mayoritea de manera irracional.

Fraternalmente.

@gtamborrelMx

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