En las elecciones presidenciales de 2006 se llevó a cabo el fraude más documentado de la historia con el fin de imponer en la presidencia al panista Felipe Calderón, el que luego ensangrentó al país como nunca se había visto.

Los resultados fueron muy cerrados, la diferencia oficial, fue de apenas 141 mil votos, de un total de casi 42 millones. La diferencia porcentual fue del 0.6 por ciento. Ante una diferencia tan cerrada, la Coalición por el Bien de Todos, que postuló a Andrés Manuel López Obrador, solicitó un recuento de los votos, tal como se hizo en Italia, en ese mismo año, ante una diferencia del 0.1 por ciento y tal como se hizo en Costa Rica, también en 2006, ante una diferencia del 0.2 por ciento.

Sin embargo, de manera rotunda, el PAN y su candidato se negaron al recuento, con apoyo del PRI, ante la seguridad que dicho recuento habría evidenciado su fraude electoral.

Dicha negativa tuvo el apoyo de las autoridades electorales, comenzando con el Instituto Federal Electoral (hoy Instituto Nacional Electoral) y también con el aval del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tribunal que volteó para otro lado ante las múltiples irregularidades en el proceso electoral.

El recuento, voto por voto y casilla por casilla, le habría dado certeza a la elección, tal como señalaron incluso organizaciones internacionales.

Pero no, no se hizo el recuento y eso generó una gran inestabilidad en el país. Felipe Calderón el “espurio” llegó con una ilegitimidad que no se quita con agua.

Pues ahora resulta que el mismo tribunal que se negó a un recuento en 2006, por una diferencia de un 0.6 por ciento, ordenó un recuento total, voto por voto y casilla por casilla, de los votos para la elección de gobernador en Campeche. Elección que ganó Layda Sansores, de

Morena, con un 1.3 por ciento, es decir, con el doble de la diferencia de 2006.

Dicho recuento terminó el jueves 26 de agosto a las 11 de la noche y no se encontraron irregularidades, por lo que la victoria de Sansores debería quedar firme. Sansores tomará posesión de su cargo con la legitimidad de haber pasado incluso por un recuento total.

Con esta determinación del TEPJF, se abre un precedente para futuras elecciones y para, finalmente, ir desterrando de este país la innoble práctica del fraude electoral, creada por el PRI, pero bien aprendida por el PAN.   
Presidente del Consejo Estatal de Morena

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