El Fútbol Club Barcelona y el político mexicano Felipe Calderón Hinojosa tienen dos aspectos en común: durante el periodo 2006-2012 vivieron un periodo de protagonismo con sus logros y polémicas; pero a ambos el 2020 ha significado estar en la agenda mediática gracias a un oscuro futuro que parece ensombrecerlos.

Mientras en el caso del club Barcelona el sexenio 2006-2012 significó dejar en claro su poderío al ganar tres “Champions League” (2006, 2009 y 2011) y dos “tripletes” (ese título más la Liga de España y la Copa del Rey), en el caso de Felipe Calderón implicó ser el Presidente de México, con el poder y las ventajas que la transición política en México no interrumpió.

Sin embargo, 14 años después del inicio de la exquisitez, me refiero al Barcelona, el cierre de un ciclo y el enojo de su principal figura (Messi) de un lado, y el rechazo al registro de un nuevo partido político por el Consejo General del INE, en México, los ponen en otra posición.

Mientras en el ámbito futbolístico el Barcelona dio cátedra en 2006 al conquistar el “triplete” con el talento de Ronaldinho, Eto´o y Rafa Márquez, en la campaña electoral de México, Calderón Hinojosa llegó a la Presidencia con un trío de “mosqueteros”: Germán Martínez Cázares (hoy senador por Morena), que lo defendió en sesiones del IFE; el publicista Antonio Solá y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Tres años después (2009), el Barcelona conquistó un nuevo “triplete” gracias a Messi, Iniesta y Xavi, bajo la guía de “Pep” Guardiola, equipo que recibió lluvia de elogios. En México, Felipe Calderón y colaboradores cosechaban repudio, descontento y malestar social, al ejercer el poder. Mientras Andrés Iniesta maravillaba y detenía la respiración de aficionados con un gol en el césped de Stamford Bridge, cancha del Chelsea, del otro lado del Atlántico, un decreto unilateral del gobierno de Calderón causaba la furia social al dejar sin empleo, de golpe, a miles de trabajadores de Luz y Fuerza del Centro.

Si Iniesta o Xavi, quien comandó una humillación al Real Madrid en el Santiago Bernabeu (6-2 a favor del Barca), fungían deportivamente como un as, Lozano Alarcón (secretario del Trabajo) contribuía a perjudicar la economía y el futuro de familias mexicanas cuando integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) quedaron sin empleo. Ese mismo 2009, mientras Lionel Messi brincó y se levantó por sobre los defensas del Manchester United para marcar el gol definitivo en la final de Champions League; en México 49 infantes fallecieron en una guardería subrrogada del IMSS en Hermosillo, Sonora, donde una prima de Margarita Zavala era socia y quien hasta la fecha no tiene sanción junto con otras personas involucradas o detrás de la tragedia.

Dos años después (2011), el equipo culé le repitió la dosis a los “Red Devils” en la final. En México la población seguía padeciendo los daños de la “guerra” contra el narcotráfico y mantener a Genaro García Luna (hoy preso) como secretario de Seguridad Pública.

Vueltas y giros que da la política

Nueve años después, con López Obrador en la Presidencia, Calderón y Zavala sufrieron un revés la noche del viernes 4 de septiembre, cuando el Consejo General del INE negó el registro a “México Libre”. El argumento: “tener 8.2% de ingresos no del todo identificados”, señaló el consejero Ciro Murayama. Sin embargo, la negación del registro a “México Libre”, en caso de ratificarse, favorecería más a la oposición política que al propio AMLO, porque no fragmentaría o dividiría el voto opositor en las elecciones de 2021.

En resumen, no se haga bo(ro)las: Felipe Calderón no consiguió el registro de un nuevo partido político, pero todavía puede recurrir a una última instancia: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el VAR de la política electoral en México.

Mientras, puede ir al bar a celebrar o aliviar las penas.

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