Cozumel cerró 2017 con un récord histórico: 4 millones 103 mil turistas llegaron hasta la isla en cruceros. Hubo también un aumento de 27 por ciento en la afluencia de visitantes que se trasladaron de ahí a Playa del Carmen con respecto al año anterior.

El 21 de febrero hubo una explosión en uno de los ferries que cubren este trayecto estratégico. Veinte personas resultaron heridas. Se consideró un accidente hasta que encontraron un artefacto explosivo. El 1 de marzo ubicaron un objeto de fabricación similar en otro ferry. Éste, por fortuna, no fue detonado.

El FBI tuvo acceso a los videos del primer incidente. Acto seguido, el Departamento de Estado de Estados Unidos prohibió a su personal usar estos transportes entre Playa del Carmen y Cozumel. Canadá, el tercer mercado turístico para Quintana Roo, también emitió una alerta a sus ciudadanos para que no aborden estos ferries. Empresas de cruceros han empezado a cancelar los paseos a la península para no tener que utilizarlos. Los turistas siguen llegando a Cozumel, pero muchos ahí se quedan. Ya no visitan destinos en la Riviera Maya o Yucatán.

Los ferries involucrados en estos incidentes pertenecen a Barcos Caribe. Esta empresa suspendió operaciones desde el 25 de febrero por órdenes del gobierno. Sus dueños son familiares del ex gobernador Roberto Borge. La seguridad en los ferries ha aumentado. Hay sesenta elementos de la Policía Federal vigilando los traslados que ahora solamente hacen las compañías Barco México y Ultramar.

Las pérdidas por lo ocurrido están a la vista. Lo que no es del todo claro es quién o qué gana con ello. No se descarta que se haya tratado de un autoatentado. La investigación, en manos de la Marina y la PGR, debe ser rápida y cuidadosa. Es un tema delicado. Nadie quiere usar el término “terrorismo”, pero estamos hablando de explosivos colocados en transportes para turistas. Nada menos.

HUERFANITO. El Fiscal de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, aprovechó la conversación que tuvimos en Radio Fórmula sobre estos incidentes de los ferries para recordar que en el estado hay tres órdenes de aprehensión en contra de Roberto Borge. No las han ejecutado porque está en medio la autoridad federal.

No vaya a ser que, entre tantas distracciones, alguien esté cocinando la impunidad para el ex gobernador.

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