Es frecuente observar la manera en crecen los baches en las vialidades urbanas y en las carreteras del país, sobre todo durante la temporada de lluvias; seguramente, en diferente medida, acontece en cualquier parte del mundo. La magnitud de los daños y afectaciones que padece esa infraestructura depende de la calidad con que ha sido realizada, antigüedad de la obra, mantenimiento, clima, drenaje e hidrología, geografía, geología, así como de las características y propiedades mecánicas del subsuelo, entre otros factores.

La buena calidad de una obra, estará siempre relacionada con la adecuada funcionalidad de la misma y con su vida útil. Evidentemente, una vialidad o carretera se realiza con una expectativa de vida útil. Requiere de estudios previos, planeación y proyecto, buen diseño y construcción, así como de recursos financieros que respalden las labores de mantenimiento oportuno.

El crecimiento de nuestra ZMQ, como sucede en casi todas las ciudades de nuestro país, muestra diversas deficiencias en la infraestructura vial y en la calidad de los pavimentos, una de ellas se refleja en los peligrosos baches que existen y aparecen por todas partes, sean calles, avenidas o los libramientos que circundan nuestra metrópoli. De manera singular, también se pueden observar los baches en obras relativamente recientes, a pocos años de haberse realizado. En esta temporada de lluvias, las vialidades acusan daños más severos, baches profundos y peligrosos, algunos viejos y otros recientes, se encuentran en avenidas principales como el Boulevard Bernardo Quintana (incluido el Distribuidor Vial Bicentenario), así como en infinidad de calles de fraccionamientos, como en Jardines de la Hacienda. Los baches se presentan con diferentes dimensiones y profundidades, la mayoría de los queretanos hemos caído en ellos, tienen a la ZMQ muy lastimada, hacen más lento el tráfico y cuando llueve, los encharcamientos los ocultan de modo que el conductor los descubre hasta que ha caído en ellos; no hay señalamientos preventivos y si se deseara colocarlos serían tantos que no habría forma de acomodarlos.

La categoría de una ciudad está relacionada con su infraestructura y con la calidad de vida de su población, que entre muchas más componentes; se demerita a causa de los baches que lastiman la buena circulación de los vehículos, provocando daños materiales a los mismos así como a la salud de las personas, además de consecuencias en la percepción de los visitantes y en la visión de los inversionistas.

La infraestructura vial es componente esencial de la movilidad y de la calidad de vida de la población, así como factor relevante para el desarrollo económico de las urbes.

Los baches son consecuencia de la falta de mantenimiento, rebase de la vida útil de la obra, posible obsolescencia programada, defectos de diseño y construcción de los pavimentos, así como falta de calidad en los mismos.

Los baches provocan que un vehículo se vea obligado a desacelerar y acelerar, lo que daña al ambiente y a la salud de las personas que viajan en los vehículos, pero además generan daños en los propios vehículos y propician accidentes. Las personas que ya padecen daños en la columna vertebral, por ejemplo alguna hernia discal, están en peligro de agravar su situación, expresan el malestar físico que les provocan los topes y los baches; algunos tipos de topes reguladores de velocidad y tamaños de baches son más agresivos a la salud que otros.

El gobierno debe atender la realización de pavimentos con calidad y su adecuado mantenimiento, resolviendo la problemática asociada a los terribles baches que abundan en nuestra ZMQ, todo ello brindará mayor calidad de vida y prosperidad.

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