El proceso electoral federal 2017-2018 inició el pasado 8 de septiembre, se elegirán 3 mil 326 cargos de elección popular, entre ellos Presidente de la República, senadores, diputados federales, 9 gobernadores.

Por lo anterior, en los siguientes días, se celebrará la XLI Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI, se analizará la propuesta para seleccionar el procedimiento estatutario para postular candidato a la Presidencia de la República, se aprobarán los procedimientos electivos de postulación de candidatos a senadores y diputados federales que contenderán en el 2018 y se determinarán los mecanismos de Fase Previa.

También las dirigencias locales crearán las comisiones Estatales para la postulación de candidaturas en las entidades federativas donde se renovará el Poder Legislativo y ayuntamientos.

Con las acciones señaladas se cumple con la legalidad de la elección de candidatos, sin embargo, el partido político que busque el éxito electoral, tendrá que llevar a cabo un ejercicio de auscultación muy cuidado para lograrlo.

El origen etimológico de auscultación proviene de la palabra latina auscultare: escuchar con atención. También significa intentar averiguar el pensamiento de alguien o su disposición acerca de un asunto.

La efectiva y clásica auscultación tiene tres fases fundamentales: inclusión, equilibrio y compensación.

Primera fase. La inclusión, que requiere la participación de todas las corrientes al interior de los partidos en los acuerdos para la toma de decisiones así como incluir a sus integrantes en las comisiones que se constituyen para la realización del proceso de selección de candidatos.

La inclusión de los aspirantes de todas las expresiones a cargos de elección sería particularmente favorable, pues estarían representadas para la selección de candidatos y tendría una percepción positiva, tanto al interior, como al exterior de los partidos, se estaría hablando de democracia interna y ayudaría a que los militantes y simpatizantes acepten los resultados de las elecciones y las decisiones adoptadas por los partidos. La inclusión asegurará el éxito en las elecciones.

Segunda fase. El equilibrio, la participación de todas las corrientes de expresión en el proceso interno, daría una ponderación en la toma de decisiones, también es deseable cuando se tocan temas controversiales, se toman decisiones transparentes que la militancia y los simpatizantes verían con confianza.

Tercera fase. La compensación, la realización de la inclusión tiene como función el sentido de bienestar y, junto a este principio, encontramos el de compensación. Se debe compensar las diferentes expresiones al interior de los partidos. La conexión de inclusión y compensación con la elección democrática de candidatos impide que las dirigencias de los partidos desoigan, que no escuchen las diferentes posturas y opiniones de sus militantes y simpatizantes. La consecuencia de no escuchar lleva a la incapacidad de dar respuesta a las pretensiones planteadas

La inclusión, equilibrio y compensación son factores esenciales en la auscultación que lleva a la construcción de la unidad. La falta de auscultación lleva a graves errores que se comenten en estos procesos, es separar lo estratégico de lo táctico, lo general de lo urgente.

Debemos incluir lo probado y hacerlo con espíritu práctico. Debemos trabajar los dos aspectos de nuestra práctica social. Por un lado, responder: ¿cuáles son nuestras metas? ¿Qué es lo estructural que queremos cambiar? Y por el otro: ¿cómo lo estamos haciendo? ¿Cómo conectamos nuestros problemas concretos con esas grandes metas democráticas y progresistas?

Vale la pena intentarlo. La auscultación ayudará a clarificar las ideas y a mejorar nuestras prácticas. Nunca como hoy la claridad ha sido tan necesaria. La experiencia nos obliga a reflexionar y a rectificar.

¿Será una sesión delicada o una sesión estratégica?

Ex presidente municipal.
@ Chucho_RH

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