Eran las 2 de la tarde del viernes 18 de enero cuando el olor a gasolina invadió el ambiente. En una práctica de huachicoleo un poliducto de Pemex había sido perforado. Así comenzó la pesadilla a diez kilómetros de la comunidad de San Primitivo en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo. Entre las tres y las seis de la tarde en el lugar se reunieron aproximadamente 600 personas que con cubetas se llevaban la gasolina. Personal de la Sedena y de la gendarmería insistieron en varias ocasiones para convencer a la gente para que se retirarse del lugar advirtiéndoles del riesgo que corrían al acercarse al ducto perforado, esas advertencias fueron ignoradas. A las 18:50 hrs se registró una fuerte explosión en el sitio. El saldo hasta el momento es de 94 muertos, 49 personas hospitalizadas por quemaduras de segundo y tercer grado y varios desaparecidos.

Segundos después de la explosión se vieron imágenes impactantes y dolorosas: la gente corría incendiada por los sembradíos, otros más, en su intento por apagarse se revolcaban en el piso pero como éste estaba húmedo con gasolina no lo lograron y murieron quemados vivos, esa escena dantesca se complementó con los gritos desgarradores de las víctimas de ese accidente.

Al parecer la inconsciencia y la irresponsabilidad de la gente ignorante causaron esa tragedia, para ejemplo de ello las siguientes anécdotas: Un militar le dice a una mujer: “Señora no se arriesgue, váyase a su casa”, ella le contesta que no, y él le dice, “Al menos llévese a sus hijos, no los exponga”; ella ya no responde y sigue caminando hacia el charco de gasolina.

Unos hombres empapados en gasolina con actitud de prepotencia se reúnen y se burlan diciendo, “Miren, ¿no que no? Somos muchos, ya volvimos”

Al día siguiente de la tragedia, una joven mujer con rostro de angustia y desesperación dice que está buscando a su esposo, asegurando que “salió por gasolina, salió a trabajar”.

Aseguramos que cada quien es responsable de sus propios actos y tiene que asumir las consecuencias de ellos; pero ante estos acontecimientos no podemos dejar de preguntarnos qué tanto la irresponsabilidad, inconsciencia e ignorancia son resultado del rompimiento del tejido social a causa del modelo económico impuesto desde la cúpula del poder.

¿Cuando el robo, el saqueo y el abuso, fueron más importantes que la seguridad de la integridad física? ¿Cuando nuestro pueblo olvidó los valores que nos dan identidad? ¿Cuando se perdió la conciencia colectiva? ¿Nuestra sociedad está enferma?

El ser humano es bueno por naturaleza, y por naturaleza es imposible que renuncie a su instinto de supervivencia, entonces ¿qué está sucediendo en México?

Hace 30 años se impuso un modelo económico cuyo eje fundamental es el saqueo; quienes gobernaron nuestra nación durante ese tiempo vieron la oportunidad del enriquecimiento ilícito través de la corrupción al amparo de la impunidad. Para saquear la nación era necesario borrar nuestras raíces y no lo dudaron. No les importó entregar las riquezas naturales y la estabilidad social a empresas trasnacionales. Mientras unos cuantos concentraron la riqueza nacional, sin esperanza alguna, millones fueron condenados a la miseria absoluta. El tejido social ha sido dañado y los valores universales se están perdiendo, es urgente caminar hacia una nueva patria. Tenemos en nuestras manos la oportunidad histórica, recuperemos nuestros valores; la paz y la estabilidad social se alcanzarán sólo cuando haya justicia social, apoyemos al Presidente en su recuperación.

“La deshonestidad de los gobernantes y de una pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo han causado la desigualdad económica y social, así como la inseguridad y violencia en la que vivimos. Acabar con la corrupción e impunidad que impiden el renacimiento de México, es la prioridad”: AMLO.

Presidenta Desarrollo Comunitario para la Transformación Social

Google News