Comenté alguna vez que tuve el honor y el placer de dialogar en tres ocasiones con el señor Antonio Zapata Guerrero, presidente municipal de Corregidora; las primeras dos a iniciativa de él y de Miguel Ángel Pérez Herrera para proponerme que los antorchistas del municipio lo apoyaran durante su campaña, y luego ya como presidente municipal electo para invitarnos a su toma de protesta; y la tercera ocasión a petición nuestra quince días después, para entregarle de manera respetuosa las necesidades de los antorchistas de las diferentes colonias de las delegaciones de La Negreta y Los Ángeles, consistentes fundamentalmente de servicios públicos elementales y de escrituración de predios.

Sin embargo, a escasos diez días de entregada la relación de peticiones de los colonos, intempestivamente, cuando se suponía una relación cordial y de respeto, con el pretexto de pavimentar una calle, se dio a la tarea de destruir con maquinaria la red provisional de agua potable construida con mangueras adquiridas con cooperaciones de cientos de familias para resolver la falta de este vital liquido, con hidrantes contratados a la Comisión Estatal de Agua. Este fue el final de una relación civilizada entre las familias representadas por Antorcha Campesina y el señor alcalde y el inicio de una serie de acciones agresivas por parte de éste.

Tan pronto como Antonio Zapata tomó el poder municipal, se ha dedicado un día sí y otro también a cometer abusos y atropellos contra la población del municipio como el imponer de manera burda a sus incondicionales en las delegaciones y subdelegaciones como hizo en San José de los Olvera, Charco Blanco y en La Negreta, donde al ver que sus candidatos perdían aplastantemente, no la pensó dos veces para ordenar el robo de las urnas a punta de pistola con la policía municipal.

Permite que fraccionadores a su servicio como los hermanos Arias en las colonias Altos del Pueblito, Valle de Los Pinos y Valle de Aragón, y Héctor Amezcua en Lomas de La Cruz, todas de La Negreta, cobren grandes cantidades de dinero a los colonos por “autorizar” a la Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra (CORETT), realizar los trámites de regularización que les dé a los propietarios certeza jurídica de sus patrimonios bajo la amenaza constante de desalojo, o por “autorizarles” a los colonos que no cuentan con el servicio de luz eléctrica, colgarse de las líneas de la CFE.

Organizó grupos de malhechores de diferentes colonias como el que encabeza Adán Hernández Aguas, en la colonia 20 de Enero, para que cobren cuotas hasta de 7 mil pesos por “gestionar” e introducir obras de electrificación que nunca se hicieron o se hicieron a medias, o para revender lotes como lo hace la señora María del Pueblito Hernández García en la colonia Valle de Los Pinos, etcétera.

Pero todo esto resulta muy natural si tomamos en cuenta que se trata del alcalde Antonio Zapata Guerrero, quien ya tomando poses doctorales, aprovecha cada oportunidad que tiene para dispar palabrería a través de los medios de comunicación lo mismo para criticar, que para acusar sin razón, calumniar, mentir, difamar o amenazar por igual a individuos, organizaciones como Antorcha Campesina que a funcionarios públicos.

Debemos tener presente que el próximo año habrá elección de gobernador, de alcaldes y diputados locales, y no estaría mal que las autoridades electorales sometieran a los candidatos a un examen de siquiatría para saber si tan siquiera cuentan medianamente con la capacidad para ocupar un puesto de tan alta responsabilidad que garanticen el desarrollo, la paz y la tranquilidad de los queretanos. Digo, si no es mucho pedir.

Dirigente Movimiento Antorchista en Querétaro

Google News