Este 2018 tuvo el tinte especial de ser año mundialista; con dicho evento el marketing de futbol y sucesos virales se plasmaron en la memoria y cartera de los aficionados.

Adidas se benefició con la realización de la Copa del Mundo Rusia 2018 por su estrecha relación comercial con la FIFA. Presencié en el headquarter de Nuremberg, la presentación oficial del balón para la justa internacional y tuve acceso a los futbolistas alemanes del Bayern Munich, y un espacio “uno a uno” con André Schurle (delantero del Fulham). Los teutones mostraban una gran seguridad y exceso de confianza previa al Mundial.  Por nuestra parte, la mayoría de los mexicanos no imaginábamos una victoria ante ellos. A partir de aquel triunfo, el discurso emotivo de “imaginemos cosas chingonas” había tomado fuerza y había ilusionado más que nunca a un pueblo mexicano que ya se veía mucho más lejos del quinto partido… No fue así.

Meses antes tuve la fortuna de conocer a Rafael Márquez, a mi gusto el segundo mejor futbolista mexicano en la historia, detrás de Hugo Sánchez. El Kaiser reaparecía ante los medios pues venía de una serie de problemas legales e inactividad futbolística. Presencié su firma como asset de Puma. Recuerdo que se mostraba ilusionado de entrar en la selecta lista de futbolistas que han jugado cinco Copas del Mundo… Lo logró. Rafa vio actividad en tres partidos, incluyendo el de octavos de final ante Brasil.

Tras el Mundial visité Brasil y confirmé que sí es un país completamente futbolero y que la cultura del deporte es una prioridad para el gobierno.  Estuve en el lanzamiento del nuevo calzado de Nike, Phantom VSN con Philippe Coutinho, figura del Barcelona.

Para cerrar el año, acompañé a las Chivas al Mundial de Clubes y cumplí una de mis metas al ver al Real Madrid y en una final de torneo FIFA. Descubrí que en un país como Emiratos Árabes en el cual no se permite el alcohol, casinos, ni drogas, el futbol es su única diversión.

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