¡No se hagan bolas! AMLO utiliza facciosamente a la Fiscalía General de la República, para perseguir en pleno proceso electoral a sus enemigos políticos, medida desesperada para “bajar” puntos en las preferencias electorales de la oposición. La Cámara de Diputados federal, en el último día del periodo ordinario de sesiones, aprobó la procedencia por responsabilidad penal, conocida como desafuero, en contra del gobernador del Estado de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, a instancias de la FGR. Pretenden orden de aprehensión en contra del gobernante por delitos federales. Los legisladores resolvieron que procede por defraudación fiscal.

La mediatización del escándalo es para desacreditar a los panistas, desean exhibirlos como corruptos, cuando los bonos electorales de Morena y AMLO han venido a la baja. El artículo 110 de la Constitución es claro al determinar que las decisiones políticas solo son “declarativas”, no vinculatorias. El gobernador conserva el fuero. Será facultad de la legislatura local determinar lo conducente. Ello en respeto a la libertad y soberanía de que están investidos los Estados. La federación no es omnímoda. La FGR no puede proceder en contra del gobernador tamaulipeco.

Los juicios políticos son eso: políticos. El juego sucio emprendido desde la presidencia de la República es evidente. Los diputados morenistas concluyeron la existencia de la presunción de la defraudación fiscal, eliminando el resto de los delitos graves que le imputan desde la capital. Durante el desarrollo de la audiencia en el Pleno de la Cámara de Diputados la FGR sostuvo la acusación, mientras que el gobernador no compareció al espectáculo mediático. La Mesa Directiva deberá enviar la declarativa a la legislatura de Tamaulipas, allá decidirán la suerte del gobernador. Por supuesto no procederán en contra del político.

A un mes de las elecciones el gobierno federal no encuentra la manera de detener el crecimiento de las preferencias electorales de la oposición. De ahí que AMLO lance amenazas de “desaparición” en contra de cualquier obstáculo que impida el avance de su proyecto de expansión de poder absolutista, consolidar el gobierno totalitario del presidente de la República. Su desesperación es angustiosa. El tiempo se le agotó. Terminó el juicio mediático a la par del último periodo de los diputados. Dejaron para la próxima legislatura federal el juicio en contra del diputado morenista violador a pesar de la urgencia: tiene la protección del gobierno federal.

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