Andrés Manuel López Obrador, vuelve a perder en la Corte. No consiguió, hasta ahora, su propósito de que nadie en la burocracia tenga un salario superior al de él. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, volvió a dar un revés a la iniciativa presidencial; López Obrador advirtió molesto que si no entendieron los ministros, volverá a mandar otra iniciativa para que les quede claro. Quien no entiende de derechos adquiridos es el Presidente, pretende que prevalezca el capricho y no el Estado de Derecho. La iniciativa primigenia de los legisladores de Morena, pretendió lo mismo por medio de la Ley federal que establece el tope salarial que perciben los burócratas; luego el Presidente fue sobre los artículos 116 y 127 de la Constitución, para los 3 niveles de gobierno; el 116 referente a la competencia de los Estados, el otro regula la pretensión de Andrés Manuel López: tope salarial. El Presidente prefiere ignorar el artículo 94 de la misma Constitución —de igual jerarquía—, que determina la no reducción del salario de Ministros, Magistrados, Jueces y Consejeros, durante su gestión.

Debido a las iniciativas que violentan derechos adquiridos, los legisladores han tratado de burlar las leyes, incluso promoviendo reformas en tanto se ventilan juicios. En una de las ejecutorias de los ministros, para poder regular el salario del Presidente, condicionaron a los diputados federales, debiendo informar a la Corte de todos los beneficios que recibe el mandatario, como vivienda, teléfono, alimentos, etcétera, para acumular los beneficios al ingreso salarial de López Obrador; los diputados han hecho caso omiso, no han informado a la Corte. ¿Se imagina lo que cuesta vivir en un verdadero Palacio? La pretensión de los ministros es aplicar en la justicia, el principio de equidad y no solo la igualdad, significados jurídicos diferentes; López Obrador exige se aplique la igualdad, haciendo a un lado la equidad, en perjuicio de la justicia.

Por enésima ocasión pierde el Presidente de la República frente a los tribunales. Los ministros hacen hasta lo imposible por que prevalezca el Estado de Derecho, a pesar de los enojos de López Obrador. Si bien los promoventes de los juicios han ganado hasta ahora, falta la sentencia de fondo más importante en algunos expedientes en los que se tramita la inconstitucionalidad de las normas que pretenden imponer. En el fondo, lo verdaderamente trascendente no consiste en quién gana más o quién gana menos; no, lo trascendente es que no prosperen conductas inconstitucionales en aras del populismo. De otorgar la venia al Presidente, se vendría abajo el respeto a los derechos laborales adquiridos, en lo sucesivo la vulneración de derechos en agravio de los asalariados, basándose en la ejecutoria que apruebe la reducción de salarios. Sería el primer paso para que patrones hicieran exactamente lo mismo. No se trata de la simple defensa de los salarios de algunos burócratas, la trascendencia es mayúscula; esos derechos son los que deben defender los ministros. Sin embargo, es la ignorancia o la perversidad de legisladores y del Presidente, que anteponen como justificación el monto salarial, ignorando el fondo del asunto. Por lo pronto, los servidores públicos que ganaron el juicio, podrán volver a cobrar los salarios que les fueron reducidos ilegalmente en el Decreto de Egresos de la Federación. Los Ministros restituyeron derechos vulnerados por la autoridad, aunque eso le moleste al Presidente.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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