“En política —reza el refrán— no hay casualidades”, y tratándose de un animal político por excelencia, como es el presidente Andrés Manuel López Obrador, no parece casual que justo cuando se activó como candidato a la dirigencia nacional del PRI el ex secretario de Salud, José Narro, las baterías del gobierno federal se hayan orientado hacia la corrupción en la compra de medicinas en el sexenio pasado o, como lo llamó el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, Santiago Nieto, “el huachicoleo” en la adquisición de medicamentos del que pronto revelará datos y nombres el presidente y que involucra a 50 ex funcionarios de la pasada administración peñista.

No fue coincidencia que solo tres días después del destape del ex rector Narro Robles, ocurrido el viernes 1 de marzo en un artículo periodístico, el siguiente lunes 4, al salir de reunirse con el presidente en Palacio Nacional, Santiago Nieto revelara la existencia de un expediente sobre “huachicoleo” de medicamentos y haya anticipado que el propio López Obrador presentaría esta semana información detallada de esa investigación de corrupción en el sector salud federal. Dos días después, en la conferencia mañanera, le preguntaron al mandatario si el secretario de Salud de la pasada administración estaba involucrado en esa corrupción y su respuesta no dejó dudas de la intencionalidad política: “Había cuando menos omisión porque se compraban medicamentos caros y había políticos promoviendo la venta y se van a dar a conocer nombres de las empresas y todos los funcionarios implicados”.

Aunque no es la primera vez que López Obrador muestra su molestia y desacuerdo con el ex rector al que alguna vez dijo respetar como gente “de izquierda”, y ya lo había descalificado en mayo de 2017 como dirigente de Morena cuando le dijo que pasó de dirigir la UNAM “a ser matraquero del PRI”, esta vez el embate contra Narro Robles desde la Presidencia toma otra connotación porque no sólo trae todo el peso del Estado y de sus instrumentos legales y judiciales para señalarlo como corrupto “al menos por omisión”, sino que además se le endereza una investigación al sector salud que él encabezó con Peña Nieto, justo cuando manifestó su interés por buscar la presidencia del PRI.

Y justamente ayer, como lo anticipó Santiago Nieto, se dio a conocer, desde la Presidencia de la República, la lista de las 10 empresas “favoritas” del gobierno de Peña en la compra de medicamentos. Esos 10 “proveedores consentidos” concentraron 80% del gasto federal en medicinas en el pasado sexenio con 241 mil 191 millones que recibieron en contratos de un total invertido de 335 mil 342 mdp. Una sola empresa, “Fármacos Especializados”, recibió contratos por 106 mil 813 mdp, que representaron 35% de contratos asignados. Falta saber los nombres de los funcionarios, que dijo el presidente, promovieron “la venta de medicamentos” para esas empresas.

Al presidente ya lo habían señalado en el PRI de tener un “favorito” en la contienda interna de ese partido, en la lógica maquiavélica de que a cualquier gobernante le conviene tener cierto control de sus adversarios de la oposición. Pero ahora, parece que no sólo tendría favorito, sino también “aborrecido” en la contienda interna priista.

En los últimos días López Obrador ha reiterado que su gobierno “no tiene partido” y que “su partido ahora se llama México”. Lo dijo en Puebla, a propósito del proceso interno para elegir candidato de Morena, donde advirtió “nadie puede usar mi nombre” y lo reiteró en su discurso de Palacio Nacional con motivo de sus 100 días de gobierno. Suponiendo que de verdad no vaya a votar más (con su dedito) en las decisiones de Morena, la pregunta es ¿en otros partidos, sobre todo de la oposición, el presidente sí buscaría, si no votar, por lo menos vetar?

NOTAS INDISCRETAS… El transporte en pipas de la gasolina que estamos consumiendo los mexicanos ya tuvo sus primeros efectos: primero porque el incremento promedio de 1 peso a los precios de las gasolinas y el diesel, está siendo atribuido por los distribuidores a que es más costoso el traslado de los combustibles por la vía terrestre y ese sobrecosto se les está pasando a los consumidores en forma de un aumento a los precios.

Y segundo porque ahora resulta que las 671 pipas que compró el gobierno de López Obrador “de emergencia” a empresas de Estados Unidos y Canadá no cumplen con las especificaciones para circular en las carreteras mexicanas y resultan mucho más inseguras para transportar materiales y residuos peligrosos como los combustibles de Pemex.

Especialistas en el tema del transporte de hidrocarburos aseguran que al tener sólo un eje y manejar llantas unitarias, los tractocamiones que compró el gobierno federal sin licitación y aduciendo las prisas para abastecer de combustible en el país, no sólo van en contra de las normas de la SCT que obligan a que en el traslado de sustancias peligrosas se utilicen llantas dobles y esas sólo las tienen las pipas de dos ejes como las 1,500 existentes que ya tenía Pemex.

Y aunque el tema legal se los arreglaron a las nuevas pipas del gobierno al modificar la SCT el “Acuerdo de Autorización para el Uso de la Llanta supersencilla” ratificado en 2016, para permitirles utilizar ese tipo de llantas en el transporte de combustibles, la misma dependencia decía en ese acuerdo que las llantas unitarias o supersencillas no eran adecuadas porque representaban un riesgo de seguridad para las pipas porque al poncharse una llanta de esas, dejaba al vehículo varado y vulnerable de ser atracado, además de que no se podía manipular las válvulas por ser muy peligroso.

Ese riesgo no ocurre con las llantas dobles que tienen las pipas anteriores de Pemex porque al poncharse una llanta, la segunda seguía funcionando.

En fin, que las prisas y la premura con que el presidente mandó a comprar las pipas a tres de sus secretarías, ya le están pasando la factura a los mexicanos…

Interesante será que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos despeje las dudas a todo su personal de confianza sobre quiénes sí pudieron acceder al privilegio de conversión en la renovación individual de la póliza de seguros de gastos médicos y quiénes no y por qué.

Esto porque tras la cancelación obligada de la póliza colectiva para sus empleados de confianza, sólo algunos de ellos pudieron contratar un seguro individual amparados por la antigua póliza pero a otros, de plano, cuando lo intentaron les dijeron que ellos no estaban incluidos en el beneficio de ser asegurados individualmente con lo que perdieron toda protección.

La Aseguradora Plan Seguro que fue el proveedor de póliza colectiva 4 años extrañamente les vendió una prórroga de tres meses en 2019, pero de esa prórroga solo se beneficiaron algunos empleados de la Comisión y otros no. ¿Habrá sido un criterio selectivo o de plano es un caso o varios de exclusión y/o discriminación en la CNDH? Es pregunta que se hacen los empleados que fueron rechazados por la aseguradora…Los dados mandan Escalera. Mejora el tiro.

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