El Presidente radicaliza su postura entre lo bueno y lo malo, asegurando que su iniciativa de contra reforma energética es “en favor del pueblo”, mientras que, todo aquel que la rechaza es un corrupto, está en favor de los empresarios e intereses creados. Bajo esta engañosa semántica envía el mensaje a los diputados federales para que se definan si están a favor del pueblo o de los empresarios e intereses creados, señalando que confía en que prevalezca el interés nacional y asuman su responsabilidad.

El Presidente bien entiende que la oposición política en el Congreso de la Unión, no tiene la misma ideología, mucho menos sustentan su programa de acción en la política estatista, sobre todo aquellos cuyos principios ideológicos se basan en el libre mercado, acciones diametralmente diferentes. 60 millones de mexicanos no lo respaldaron en las urnas, luego la manipulación retórica del presidente no los hará cambiar. Los monólogos del primer mandatario están basados en la desinformación política, utiliza para ello el aparato mediático del poder público.

La iniciativa encierra la “confiscación” de bienes que se invirtieron en la generación de energías, si bien no refiere a la expropiación, la pretensión es clara: cancelar todos los contratos existentes, mientras la CFE se apropia de todos los bienes. Si esa no es la intención del presidente, la pretendida norma así contempla, no hay la menor duda de ello, la interpretación de expropiar, sin mencionar la figura jurídica, es lo que haría el gobierno federal.

Cierto que el Presidente es neófito en materia jurídica, lo que complica cualquier arreglo. Pero ¿sus asesores? ¿Sería la causa de la renuncia de Julio Scherer, al enterarse de los latrocinios que veía venir? Se trata de verdaderas contra reformas. Cualquier lego en Derecho lo sabe, por esa razón López Obrador, prefiere hacer uso de la retórica maniquea pretendiendo engañar a la sociedad y tender la trampa a los legisladores.

Las reformas promueven el retroceso en la generación de energías limpias, más baratas y vulnera derechos de terceros. La obsesión estatista del Presidente es enfermiza, utiliza el subterfugio engañoso de generar presuntos beneficios, cuando en realidad el único que gana es el gobierno que regresa a la obesidad, al elefante lento, tortuoso y altamente oneroso. La empresa Moody’s adelanta que la reforma disminuirá la transparencia operativa, disuadirá la inversión privada y desincentivará la entrada de renovables.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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