Hace un par de semanas viajé a la ciudad de México para renovar mi visa, un trámite que desde que tengo memoria me ponía de malas ya que era invertir horas y horas de tiempo, además de que muchas veces los tratos del personal eran muy malos.

Pues las cosas ya cambiaron además de que el trámite ya es rapidísimo, es todo muy fácil. Lo que me sorprendió no fue tanto esto, sino una mujer de seguridad que estaba dentro de la embajada. Ella estaba en el único punto del proceso en donde tenías que hacer fila y esperar unos minutos, quizá es la parte que podría ser más tediosa, sin embargo ella desde el primer segundo se esforzó en hacer todo más divertido y ligero.  Chiste tras chiste, nos tenía a todos los de la sala muertos de risa. Nos pedía que quitáramos la cara de asustados, que sonriéramos para las fotos, que no nos desesperáramos en la espera.

De haber tenido celular en ese momento feliz de la vida la hubiera grabado, y como yo más de uno en la fila comentó lo mismo. Para muchos el trabajo de seguridad puede ser aburrido, monótono, pero en ese momento tuve una prueba de cómo cuando realmente amas tu trabajo, sea cual sea, puedes poner el corazón ¡La diferencia puede ser enorme!. Ponerle una intención a tu trabajo además de que hará que lo disfrutes y la pases mejor, los resultados serán increíbles tanto personalmente como para la marca.

Hace unos días vi un video en redes sociales en donde un encuestador del INEGI se graba con un paisaje increíble, diciendo lo que disfruta su trabajo al poder estar recorriendo México, conociendo gente diferente, y lo orgulloso que estaba de su trabajo. A ver siendo realistas ¿cuántos encuestadores has visto así de felices?. Este video fue viral por el gran mensaje que da este chavo al demostrar que no necesitas tener la gran oficina, el puesto más alto, lleno de prestaciones, o incluso tener tu propia empresa, para disfrutar de tu trabajo y ponerle todo el corazón a lo que haces.

¿A cuantos de nosotros no nos encantaría tener a estas dos personas en nuestra empresa?. Creo que es lo que todos soñamos ¿no?. La realidad es que un equipo formado por gente feliz, se nota a kilometro y te aseguro que sería un súper plus para tu marca. Evidentemente para lograrlo, una gran parte recae en la personalidad de cada una de las personas, pero la otra es la motivación que encuentre en la empresa, en su jefe directo, incluso en el equipo de trabajo. ¡Es trabajo de los dos lados!

Para que tu equipo tenga bien puesta la camiseta de la marca, la clave es que ellos encuentren el porque de su trabajo, que entiendan la importancia de lo que hacen, y el efecto que esto puede tener tanto a la empresa, ciudad, país o incluso para el mundo.

Todo este análisis me dejó dos cosas:

1.- La realidad es que hago lo que hago porque me apasiona, pero es importante disfrutar o al menos intentar disfrutar, hasta los malos días en mi trabajo. La rutina y monotonía del día a veces me arrastran a solo estar trabajando sin disfrutar diariamente de lo que pase.

2.- Tengo un reto gigante enfrente en lograr que mi equipo de trabajo disfrute y ame de lo que hacen con dos razones principales: lealtad y entrega a la marca, pero además contribuir en que su vida sea feliz o al menos lo sea mientras están trabajando.

Así es de que es momento de que disfrutes y ames tu trabajo, para que puedas motivar a los demás a que hagan lo mismo.

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