El Puente de la Historia ubicado al sur del Río San Juan, es uno de los símbolos más representativos del municipio. El 1 de agosto de 2010, ese puente que es parte del “Camino Real de Tierra Adentro”, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Es ahí donde el gobierno estatal, bajo la argumentación de desfogar el flujo vehicular de la zona, pretende construir un puente vehicular paralelo al Puente de la Historia lo que implicará talar 55 árboles.

Ante esta situación, desde principios del año pasado, los integrantes del Colegio de Arquitectos de San Juan del Río, presentaron un proyecto alternativo en el que el flujo vehicular podría ser canalizado a través de vialidades ya existentes, lo que permitiría cerrar el Puente de la Historia para su mantenimiento y posterior utilización y disfrute como puente peatonal.

A diferencia del proyecto focal presentado por el gobierno del estado, el de los arquitectos contempla una solución integral puesto que a través de la reingeniería vial y de un sistema adecuado de semaforización permitiría un flujo sano de vehículos en la zona de referencia y en el primer cuadro de la ciudad. Este proyecto tendría un costo aproximado de 12 millones de pesos mientras que el otro significaría un gasto de más de 59 millones. Con esta opción se evitaría la tala de 55 árboles centenarios

El gobernador no ha querido escuchar esta propuesta integral; inclusive la obra del puente vehicular ya fue licitada aun sin contar con el permiso que debe otorgar Conagua; al parecer lo único que importa es iniciar la obra aunque la estabilidad en el ecosistema del sitio se perjudique.

Ese domingo la ausencia de nubes en el cielo nos permitió disfrutar de un día despejado. Hubo momentos mágicos como aquel en que, por la hora temprana del día, al chocar los rayos solares con las copas de los árboles se creó un espectáculo bellísimo de luces y sombras.

Los árboles fueron testigos de nuestro esfuerzo colectivo, hay algunos que son muy jóvenes, tal vez de 20 a 30 años de edad pero hay otros entre los 70 y 100 años de antigüedad.

Poco a poco, el sonido de los pájaros y el viento rozando con las hojas de los árboles se fue mezclando con el sonido de las voces de cientos de personas que asistieron a la protesta pacífica convocada para salvarlos.

Dio inicio el mitin informativo. Contrario a lo que aseguraba el gobierno con respecto a que casi la totalidad de la población conocía el proyecto y lo aprobaba, nos dimos cuenta que los asistentes como muestra representativa, ignoraban lo que ahí se realizaría y al momento de saber que se dañarían 55 árboles manifestaron su claro desacuerdo con la realización de esa obra.

La reunión fue convirtiéndose en una fiesta de vida. Algunas maestras efectuaron un taller de cuenta cuentos; así que niñas y niños, algunos junto con sus padres, se sentaron alrededor de hermosas canastas llenas de libros a comentar, platicar y soñar, sobre un mundo más justo y bello en donde los árboles son reconocidos como nuestros amigos y compañeros de vida. Hubo jóvenes que tocaron la guitarra e invitaron a cantar y bailar: “la lucha por la vida tiene que ser alegre”, decían. Muchas personas dibujaron, pintaron y escribieron para dejar su mensaje a los árboles; todas y todos participamos en una brigada para amarrar moños de colores en el tronco de cada uno de los sentenciados por el sistema económico y político para decirles que seguiremos luchando hasta el último momento para que no los aniquilen.

Varios decidimos abrazarlos y hubo lágrimas al pensar que tal vez esa sería la última vez que podríamos hacerlo.

Ellos, los que pretenden imponer este proyecto, tienen el poder político y económico y apuestan por nuestra derrota, no entienden que nosotros no podemos perder porque a nosotros nos asiste la razón y nos guía el infinito amor hacia lo que nos rodea. Señores, en este camino de lo intangible y de lo verdaderamente importante, nosotros vamos ganando.

Presidenta de Desarrollo Comunitario para la Transformación Social.@AliciaColchadoA

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