Estamos viviendo la alegría y el furor de los Juegos Olímpicos; habrá quiénes los sigan fielmente y vean todas las competencias posibles; otros que tratarán de ver solamente las competencias que les interesa y finalmente, aquellos que comienzan a cansarse de tanto ruido sobre algo que no les preocupa y mucho menos les ocupa.

Y muchos de éstos, interesados o no en los Juegos Olímpicos, son quienes con firmeza y seguridad, como si conocieran sobre el tema desde siempre, hablaron, señalaron, discutieron, criticaron, juzgaron y sentenciaron la figura de Alexa Moreno, atleta de gimnasia representante de México en Río 2016.

¿Cuál es el tema de esa discusión? ¿En qué afecta la silueta y peso de Alexa en su desempeño como gimnasta? ¿Cómo se evalúa la composición corporal de la persona? ¿Y para qué sirve saberlo?

La controversia nace de una idea que tenemos sobre cómo debe de lucir el cuerpo de una gimnasta del nivel de Alexa Moreno: delgada, cintura pequeña, brazos y piernas firmes, pero delgados, una silueta estilizada. Y quizá estas personas que juzgan sólo conocen a quienes realizan la gimnasia a manos libres quienes por su tipo de rutina tienden a tener una silueta más afinada en comparación con otros gimnastas.

Pero, al juzgar el físico de Alexa, ¿habrán usado alguna fórmula para calcular su composición corporal? O ¿cómo supieron entonces (para juzgarle) que ese peso era grasa y no músculo? Porque la composición corporal (de qué está hecho el organismo y en qué porcentajes) no se mide a “ojo de buen cubero”, pues podríamos caer en errores graves, como un gran porcentaje de los agrios críticos de Alexa este fin de semana.

La composición corporal se mide utilizando diversos métodos: análisis de los neutrones de los elementos base del organismo; se puede usar también la tomografía axial o la densitometría; otro método más económico es la antropometría (se usan medidas de pliegues y perímetros corporales, que aplicados en ciertas fórmulas nos aproximan a la cantidad de músculo y grasa que tiene un cuerpo)1. También se utiliza la bioimpedancia, es una evaluación del porcentaje de músculo y grasa que se basa en la naturaleza de la conducción de la corriente eléctrica a través de tejidos biológicos (es la báscula que se mide a través de pies y manos. Y todavía hay muchas otras formas de evaluar la composición corporal.

Al saber la composición corporal de una persona, se puede determinar si sus porcentajes de músculo y grasa están en un nivel adecuado o no tanto para la salud como para la actividad física de cada persona. Si se hiciera el análisis de la composición corporal de Alexa Moreno, seguramente encontraríamos que su porcentaje de músculo es más alto que el de una persona con actividad física normal. Incluso podría tener un porcentaje de músculo más alto que cierto tipo de deportistas, como quienes juegan al voleibol playero.

No podemos juzgar la composición corporal de Alexa Moreno sólo por cómo se ve.  No sabemos si esa apariencia se debe a cuánto músculo tiene, e incluso no podemos debatir de cuál debería ser su peso adecuado, si desconocemos todos los métodos de evaluación, si desconocemos las exigencias físicas de cada deporte (incluso en la gimnasia hay diferentes grados de desempeño). No podemos juzgar si no conocemos además su alimentación, su frecuencia de entrenamientos.  En fin….mucha información que desconocemos para dar juicios tan rápidos.

Para el común de los mortales (como tú o como yo), el saber la composición corporal nos ayuda a prevenir riesgos de salud como sobrepeso, obesidad, cardiovasculares, entre otros.  No es necesario usar los estudios complejos, con la bioimpedancia o una adecuada antropometría se puede determinar si nuestra composición corporal es la adecuada para nuestra salud.

Disfruta los Juegos Olímpicos, y admira el esfuerzo de estos deportistas, ponen su vida en lo que hacen.

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