Muy explicable resulta que la gran mayoría de los ciudadanos ya no crean en la política ni en los políticos, pues, saben que casi todos mienten con vulgaridad en su afán por conquistar al electorado y que una vez en el poder se desentenderán de las necesidades y de los compromisos adquiridos con ellos. Y es entendible pues, aunque ante la ley todos los mexicanos tenemos los mismos derechos y obligaciones en la realidad, los derechos del pueblo pobre empiezan y terminan al momento de emitir su voto en favor de uno u otro candidato, casi siempre de la clase rica, es decir, de elegir un nuevo señor cada tres o seis años.

En el municipio de El Marqués, por ejemplo, la población de las distintas comunidades han insistido una y otra vez a sus autoridades para que resuelvan sus viejas carencias de servicios públicos como seguridad, agua potable, drenaje, electrificación, pavimento o empedrado de calles, aulas, clínicas de salud, etcétera, y lo más que han obtenido son discursos, promesas de palabra y en el mejor de los casos, compromisos por escrito que al final de cuentas no servido de mucho.

Lo mismo ha pasado con la solicitud hecha por la población de las comunidades de Calamanda y Monte Calamanda, a este mismo gobierno, primero bajo la responsabilidad de Enrique Vega Carriles y ahora de Mario Calzada Mercado, de intervenir para resolver el viejo conflicto agravado desde hace casi un año con el empresario Joaquín Tamayo Cano, propietario de grandes bodegas, quien abusando de su poder económico y de sus relaciones políticas, cercó con malla ciclónica su camino de acceso de aproximadamente 800 metros de longitud y su pretención de apropiarse de la misma manera de otro camino más que utilizan los campesinos para llegar a sus parcelas.

Es muy sabido por información difundida por la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público que las grandes empresas que operan en nuestro país no pagan impuestos. Tan sólo en 2010 las 30 principales empresas obtuvieron en 2010 ingresos netos totales por 2 billones 379 mil millones de pesos, con una utilidad bruta de 835 mil 364 millones, los cuáles sólo pagaron 99 mil 797 millones de pesos de impuestos. La información difundida revela que consorcios como Grupo Modelo, Televisa, Liverpool, Palacio de Hierro, Bimbo y Grupo México contribuyeron con apenas el 10 por ciento de sus utilidades, muy por debajo de los impuestos que pagan las personas físicas.

Desde 2006, la Auditoría Superior de la Federación informó a la Cámara de Diputados que cien grandes contribuyentes fueron beneficiados por la devolución de impuestos por lo que, pagaron la grandísima cantidad de 74 pesos por concepto impuesto sobre la renta y 67 pesos por IVA. Por eso, es entendible que como buen empresario el señor Tamayo Cano aspire a incrementar su riqueza por la vía de no pagar impuestos y de pagar bajos salarios a sus trabajadores, pero lo que no se vale es que lo haga, además, por la vía de apropiarse de los bienes de las comunidades con la probación y el visto buenos de los servidores públicos electos por la población que con su voto lo llevó al poder para hacer respetar la ley y defender sus derechos y no de quienes los explotan.

El escritor y moralista francés del siglo XVII señaló: “Los puestos de responsabilidad hacen a los hombres eminentes más eminentes todavía, y a los viles, más viles y pequeños”. No tengo duda de que el presidente de El Marqués será un hombre eminente.

Dirigente estatal del Movimiento Antorcha Campesina. @Jggravejerogurrola@yahoo.com.mx

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