En anteriores colaboraciones hemos comentado el interés que hay en muchas partes sobre el futuro gobierno del estado y el posible triunfador en el proceso electoral para la gubernatura en 2015.

Para algunos actores políticos no se encuentra lejano el tiempo de las elecciones de los candidatos de los dos partidos con mayor presencia: el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional.

Fuerzas, grupos e interesados en el tema, por la razón que se le quiera ver, ya barajan nombres de personas que pudieran verse en las boletas electorales de los partidos mencionados.

Entre los que figuran por el Partido Revolucionario Institucional: el presidente municipal de Querétaro, Roberto Loyola Vera; Braulio Guerra Malo; el secretario del Trabajo, Tonatiuh Salinas; y Jesús Rodríguez Hernández.

En la otra esquina, los del Partido Acción Nacional no cantan para nada mal las rancheras y en los búnkers, cuartos de guerra o como los quieran llamar, los tambores ya suenan.

Un senador de la república con la vicecoordinación en la Cámara Alta e importantes responsabilidades en las comisiones trabaja para ser candidato a la gubernatura.

Sin embargo, pisando fuerte, muy firme y a punto de alcanzarlo en estas aspiraciones, anda su compañero diputado federal Ricardo Anaya, quien viene realizando un trabajo destacado en su Cámara (también es vicecoordinador) y, por si fuera poco, logrando fuertes apoyos económicos para su estado.

Pero independientemente de quienes sean los candidatos y los apoyos que desde “arriba” reciban, nadie ahora puede afirmar quién ganará y se predice como un proceso electoral y una campaña muy dura.

Si este año fueran las elecciones por el PRI y con la orientación y apoyo desde el Comité Ejecutivo Nacional pudieran ser los candidatos, Roberto Loyola Vera o Jesús María Rodríguez Hernández.

Por el PAN, Francisco Domínguez o Ricardo Anaya, y para el caso de no lograrse un mutuo acuerdo entre ambos interesados pudiera surgir una tercera vía, que a nuestro entender pudiera ser el actual edil de El Marqués.

¿Y en el PRI no hay un tercero en discordia? Bueno, a pesar que han subido al ring a Braulio Guerra y al secretario del Trabajo —el siempre fotografiado en primera plana— Tonatiuh Salinas, con todo respeto y sin negarles sus legítimas aspiraciones, los advertimos lejanos.

Otra área de análisis nos obliga a una lectura del trabajo de los partidos políticos en cuestión y en este sentido señalaríamos primero, que en el PRI a su otrora e invencible “locomotora” la tienen que afinar y sumarle piezas de reconocida capacidad, experiencia y trabajo político porque algunos de sus secretarios directivos no son los peores pero se requieren, eso sí, los mejores, no hay tiempo para que en los encargos algunos aprendan el oficio.

Alonso Landeros, dirigente estatal del PRI, tiene muy claro a estas alturas que no hay tiempo que perder.

En la dirigencia azul de Báez, tienen claro por dónde anda la bolita y quieren ganar la gubernatura lo cual es predecible que tengan cuando se seleccione al candidato, que pagar elevados costos que pudieran detener su triunfo electoral aun cuando hemos señalado reiteradamente que los partidos políticos como tales, han dejado de ser los protagonistas y han sido rebasados en el interés del electorado por la persona que proponen y es, en principio y al final de cuentas, el ciudadano, el elector quien manda y por quién vota.

¿Van PRI y PAN parejos con los nombres antes señalados? ¿Hay algún nombre que pese más que otro?

Si atendiéramos que las preferencias son por aquellos que más salen en los medios impresos, Roberto Loyola y Francisco Domínguez van caminando duro, pero no hay que olvidar que, como dicen cuando hay carreras de caballos, “el que alcanza, gana”.

Sí, por ahora estos dos personajes de la política queretana van corriendo fuerte pero no van solos, atrás vienen otros y con las mismas intenciones de rebasar y ganar no solamente la candidatura. Al tiempo.

Ex presidente fundador de la Federación de Colegios de Profesionistas del Estado de Querétaro

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