Hijo, ¿recuerdas que se activó el protocolo ALBA (1), por una chava que desapareció el 2 de marzo? Pues 48 horas después, apareció viva.
—¡Qué padre! Aunque ya son varias chavas por las que ponen la alerta, y resulta que no fueron raptadas, sino que se fueron con el novio. 
—En realidad no sabemos si se fueron con el novio o a la playa solitas. Pero eso en realidad no importa. Lo que importa es que regresen sanas y salvas.
—A ver si no nos pasa como al pastorcillo mentiroso, que para divertirse, a cada rato gritaba “¡Ahí viene el lobo! ¡Ahí viene el lobo!”, sin que fuera cierto, lo hizo tantas veces que la gente del pueblo se cansó de ir corriendo en balde, y cuando en realidad llegó el lobo, nadie le hizo caso, y no solo se comió a todo su rebaño, si que también lo devoró a él.
—Eso es justo lo que el gobierno quiere que la ciudadanía piense. Pretenden que nos cansemos de las Alertas o los Protocolos de niñas o mujeres desaparecidas, para que cuando continúen desapareciendo, lo veamos como algo cotidiano, como algo común. Y eso, Hijo, ¡nunca nos debe pasar! Cada vez que se salga una alerta o un protocolo, tenemos que movilizarnos, hasta que la niña o la mujer vuelvan con vida, sin que importe qué estuvo haciendo y en dónde haya estado.
—Pues es una buena noticia, que haya aparecido viva.
—La que no es buena noticia, es que una chava lesbiana de aquí de Querétaro, egresada de la UAM (2) y la UAQ (3), fue asesinada vilmente por un disparo en la nuca. Kleo le llamaban, tenía 37 años y militaba en “La Tortillería” (4). El otro caso, es el supuesto suicidio de César Ulises, quien el año pasado había ingresado a estudiar medicina en la UdeG (5), en donde había salido del clóset, a raíz de lo cual, empezó a recibir agresiones y acoso. Toma, lee esto.
—¡Esta fue la carta póstuma que dejó! Dice que no quiere escándalos. Por lo tanto, respetaremos su última voluntad. Sin embargo, mira, aquí mismo, vienen publicados los comentarios que hizo su novio. Te voy a leer el último: “Siempre estarás en mi corazón, vivo, sano y salvo. Tu adorable voz permanecerá eternamente en mi mente, los recuerdos estarán ahí hasta mi muerte. Te quiero muchísimo César Ulises Arellano, qué suerte la mía de encontrarte en esta vida”.
—Hijo, jamás pongas en duda el apoyo y el amor que siento por ti. Eres mi nieto y siempre te orientaré y te defenderé.
—¡Gracias, Abuelito! 
—El asunto es que por un lado o por el otro, el Lobo nos sigue asechando. En ambos casos se comió a dos personas productivas, trabajadoras, jóvenes, con toda una vida por delante para seguir haciendo cosas buenas por la sociedad a la que pertenecían.
—A Kleo la mataron y César Ulises se suicidó. ¿Por qué dices que un lobo los mató?
—El Lobo es esa parte homofóbica y lesbofóbica de la sociedad, que es alimentada por grupos de la extrema derecha como el Frente Nacional por la Familia, o el obispo de Querétaro, Faustino Armendariz, quien abandonó el púlpito para salir a la calle y encabezar una actividad laica. De la misma manera que lo hicieran la diputada local, Carmen Zúñiga, y el diputado local, Juan Luis Iñiguez. 
—Tienes razón. Ya sea suicidio u homicidio, es un acto criminal del cual debemos responsabilizar a toda la población homófoba del país; un bello chico, una hermosa mujer. 
—Al Lobo no se le debe alimentar. Al Lobo hay que amarrarlo, encarcelarlo, dejarlo sin comida, ¡borrarlo del cuento! Pero, si a pesar de todo, el Lobo aún viene por nosotros, tenemos que estar preparados para cuando llegue, nos encuentre juntos y armados, con las leyes en una mano, y el corazón en la otra, para destruirlo.

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