El artículo 356 de la Ley Federal del Trabajo expresa: “Sindicato es la asociación de trabajadores o  patrones para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses"; desafortunadamente, poco son los patrones o sus empleados de confianza de los más altos rangos, que comprenden lo anterior y se acostumbraron a comprar a seudo líderes sindicales y firmar contratos colectivos de trabajo con las prestaciones mínimas a favor de sus trabajadores (en el mejor de los casos), contenidas en la ley citada; en toda la República Mexicana se ha observado lo anterior y prueba de ello son algunos estados del norte (maquiladoras extranjeras) y por supuesto en Querétaro. Los empleados de confianza, en su mayoría identifican al sindicalismo con socialismo, comunismo o anarquismo sin tener idea mínima de lo que significa lo anterior, ya que, en los departamentos de recursos humanos, contratan personal que se dedica a escatimar los derechos humanos laborales, fundamentales de los y las trabajadoras; ¡Ah, pero eso sí! Acuden a seminarios, conferencias, cursos y demás, impartidos por “motivadores” que abundan hoy en día y hasta escriben libros de… “superación personal”; es decir, este grupúsculo no sabe dirigir su vida, identificar sus metas y sueños, pero “gracias al motivador”, salen más que satisfechos para un comportamiento mejor en casa y trabajo. Ni bien han transcurrido unas horas y esos “motores emocionales y psicológicos” se desvanecen y vuelven a sus mediocres empleos, dispuestos a joder al prójimo y si es del sindicato, ¡Mejor!

Se dicen católicos, apostólicos y romanos; van a misa los domingo pero en su vida laboral ignoran el “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”; rinden cuentas al gerente general o director de la planta, quien a su vez reporta a su superior que generalmente vive en el extranjero pues son algunos corporativos en los que prevalece lo que aquí escribimos; mandamases alejados de la realidad social de la empresa y para adoptar sus decisiones tienen como único fundamento, lo que le dice a su conveniencia, el gerente o director general. El día en que (y ya llegó la fecha) empleados de confianza que, por cierto, también se pueden sindicalizar y los verdaderos dueños de los centros de trabajo, comprendan que el nuevo, independiente y democrático sindicalismo (presente en Querétaro: Sta. Rosa y El Marqués) es un enorme aliado del patrón, dejaremos un mundo mejor a nuestros hijos. (Continuará)

Especialista en Derecho del Trabajo. 
Certificado por el Notariado de la Unión Europea. 
lopezaso@outlook.com

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