Después de pasar apuros para vencer a Costa Rica, que significó su primer partido que no gana en la era Tata Martino, la Selección Mexicana se ve obligada a realizar varios ajustes para no pasar más sustos ante Haití, en la semifinal.

Sus rivales de hoy por la noche están calificados como la revelación de la Copa Oro, pues han demostrado que nunca bajan los brazos, que su lucha es segundo a segundo, respaldados —si no por un gran futbol— sí por su fortaleza física y un enorme corazón para defender los colores de su país.

Y eso lo constató no sólo Canadá —que se vio sorprendido después de ir arriba 2-0 y terminó en la lona 3-2—, sino todos quienes siguen el desarrollo de esta justa futbolera de la Concacaf.
Igualmente sucedió con México ante los ticos, pues aunque dominaron buena parte del partido, éstos últimos dejaron ver que no son una selección chica y que también buscaban su boleto con sólidos argumentos, a pesar de que sabían que se medían al favorito de esta Copa Oro.

Pues bien, Martino, quien no ha perdido llevando la batuta de los aztecas, sólo triunfos y esta igualada que tuvo que definir al ganador en tanda de penaltis, en la que se vistió de héroe Memo Ochoa, se está viendo obligado a realizar algunas modificaciones, principalmente en su zona defensiva, donde Araujo y Salcedo se vieron lentos y, por consecuencia, superados fácilmente por los veloces costarricenses.
Acusaron, incluso, falta de coordinación y concentración para evitar poner en problemas a Ochoa, que —si bien— con su experiencia quiérase o no evitó la eliminación de México y, de paso con su buena atajada, les dio el pase a semifinales.

El técnico argentino, ante el sobre esfuerzo que realizaron la mayoría de los seleccionados en ese juego de cuartos de final, tendrá qué ver quiénes están al 100, si es que se puede decir así, para enfrentar a Haití, porque igual Andrés Guardado, quien se ha echado al equipo a los hombros, requiere un descanso o por lo menos entrar de revulsivo.
Mientras que, en el ataque, Uriel Antuna vino a menos y aunque luchó por hacer bien las cosas, no tuvo el mismo éxito ante Costa Rica como en los anteriores duelos, que se pueden considerar como más “facilitos”.

La frescura que le dieron el Piojo Alvarado y Charly Rodríguez debe ser tomada muy en cuenta por el entrenador, pues su aporte permitió recuperar el dominio al Tri ante los ticos.
Sería bueno saber —asimismo— si Pizarro estará listo, porque aparte de tanta “leña” que recibió, físicamente terminó agotado.

Lo importante es que el Tata Martino cuenta con buena banca para resolver cualquier emergencia y en cualquier posición, más aún cuando está consciente de que enfrentar a los haitianos y en semifinales no será nada sencillo, porque este conjunto está súper motivado y un parpadeo puede costar caro, perderse la final.

Así que es de esperarse que, sino hará todo un reajuste, el técnico del Tri sí está preparando cambios en su formación inicial, igual para no alterar del todo el funcionamiento del equipo que ha llegado a esta instancia.

En la otra llave, Jamaica y Estados Unidos se harán trizas por su pase a la gran final. Los últimos —por ser los anfitriones— tienen un hándicap a favor, pero sus rivales no son ninguna perita en dulce, así que todo puede pasar.

Llama la atención, precisamente, que ahora ningún equipo centroamericano logró avanzar a semifinales, pues los caribeños están creciendo y los están dejando atrás, mientras que las llamadas “potencias” de la zona han sufrido, pero ahí están y —la verdad— lo más atractivo tanto para la afición como para los organizadores, el platillo más codiciado, es que la gran final por la Copa Oro la protagonicen México y Estados Unidos, ¿será? Hasta la próxima.

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