La Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ) ha venido creciendo de manera impresionante desde la década de los 60, la población sigue aumentando a tasa elevada, pero la infraestructura no lo ha hecho en la proporción necesaria; cada día se percibe el impacto de un parque vehicular que aumenta y colapsa las vialidades. Desafortunadamente, las vialidades principales y las secundarias no tienen condiciones que permitan ampliar sus capacidades, las consecuencias negativas aumentan cada día, los tiempos de traslado entre origen y destino siguen creciendo, así como la contaminación atmosférica, del suelo y del agua. Asimismo, se agrega la pérdida de horas hombre y el estrés que se acumula en la población, lo que significa pérdida de calidad de vida.

El crecimiento de nuestra urbe se ha acompañado del “boom” inmobiliario que va más allá de la demanda y causa sobreoferta principalmente en segmentos como el residencial y el llamado Premium, de acuerdo con declaraciones del Presidente de la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), Ricardo Torres Juárez, quien ha sugerido prudencia a las empresas del sector con el propósito de reducir el inventario (El Financiero, dic 10 de 2018).

Por su parte, Enrique Abedrop Rodríguez, titular de la Comisión Estatal del Agua, ha señalado que cada año se conectan 10 mil viviendas, por lo que ha reiterado que Acueducto II será insuficiente. Actualmente la ZMQ recibe 70 millones de metros cúbicos de agua, este abastecimiento se logra mediante la extracción acotada de 35 millones de metros cúbicos de aguas subterráneas, lo que representa el 50%, la otra mitad es entregada por Acueducto II. Cada año se autorizan entre 100 y 120 litros de agua por segundo, que es lo que requieren 10 mil viviendas.

Es oportuno recordar que Acueducto II tiene capacidad para atender la demanda de agua de la ZMQ para los próximos 20 años. Sin embargo, a pesar de citarse que existen condiciones para abastecer de agua los próximos 20 años, también se advierte que la crisis está cada vez más cerca y que para 2021 ya se tendrá crisis de agua en la ZMQ, lo cual parece contradictorio (Diario de Querétaro, mayo 6 de 2019).

De cualquier forma, lo que resulta claro para quien aquí escribe, es que el agua subterránea se sigue agotando, no se tiene certeza de que el acuífero haya alcanzado el equilibrio, es decir, que la extracción de agua sea semejante a la recarga. La CEA, que tiene a su cargo la administración de los pozos de bombeo para abastecer la ZMQ, podría tener conocimiento sobre esa realidad.

La extracción del agua subterránea en la ZMQ ha dado lugar a hundimientos progresivos, conforme se extrae agua, el valle de Querétaro sufre asentamientos de varios centímetros cada año, lo cual favorece las inundaciones y afecta el funcionamiento del sistema de drenes pluviales. El asentamiento no ocurre en la misma magnitud en todo el valle (asentamiento diferencial), lo que da lugar a las fallas por subsidencia y a daños en la infraestructura pública y privada.

El agua ha desempeñado un papel relevante en los asentamientos humanos, en la producción de alimentos, en la salud y la actividad económica. El agua es fundamental para el desarrollo económico y para lograr calidad de vida, por ello es primordial inculcar en toda la población una cultura del agua que considere que su uso debe ser responsable, con visión de sustentabilidad.

En materia de planeación estatal y federal, debe reiterarse primordial promover en Querétaro otras zonas de desarrollo que mitiguen la alta tasa de crecimiento poblacional de la ZMQ, generando inversión y oportunidades de trabajo; en síntesis, desarrollo sostenible.

El crecimiento de una urbe, para que resulte benéfico, debe ser sostenible.

zepeda@uaq.mxjalfredozg@yahoo.com.mx

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