Hoy jueves 31 de diciembre concluye este 2020, uno de los años más duros y complejos para la humanidad entera, la cual aún se encuentra sumergida en sombras de incertidumbre, dolor, desesperanza y múltiples pérdidas para una gran mayoría. Sin lugar a dudas, la realidad del presente ha superado cualquier ficción que pudiéramos imaginar apenas 365 días atrás, cuando celebrábamos entonces la partida del año viejo y esperábamos con un poco mas de ilusión el año por llegar.

Desafortunadamente, las circunstancias modificaron el entorno y como reza el dicho: “Bienvenido el mal, cuando viene solo”, nos llegaron de sopetón malas nuevas en varios frentes. A los problemas de salud se sumaron daños colaterales en materia económica y social, cuyo impacto fue también demoledor. En contraparte, la dimensión de la crisis nos ha llevado a extremos y estamos aprendiendo a vivir de una manera muy distinta a lo que era aquella normalidad atrás, y aunque la recuperemos, jamás las cosas volverán a ser iguales que antes.

Esta fotografía me hace pensar en que hoy, que tocamos heridos todos la puerta de 2021, ésta se abrirá con la llave de la ilusión y jalando el cordel de la esperanza para entrar a un nuevo año agradeciendo mucho a toda la gente que ha luchado para que las cosas sean positivamente diferentes y deseando construir por lo menos, nuevas perspectivas y oportunidades.

Que sea un año distinto, positivo, lleno de salud, paz y bendiciones para todos, en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

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