Cada día somos más los mexicanos y los habitantes del mundo que estamos conscientes de la problemática ambiental que está afectando seriamente la salud de nuestro planeta y estamos comprometidos en participar activamente en frenar y revertir la acción humana que ha llevado al calentamiento global.

Desde el año 2013 se estableció en México la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) como el instrumento que tutela las acciones para combatir este fenómeno en las próximas 4 décadas, con metas específicas de corto plazo, 10 años, y de mediano plazo, 20 años. Nuestro país se ha propuesto cumplir con las metas que se ha fijado, lo mismo que debe hacer el gobierno de Querétaro y quienes tenemos el privilegio de vivir en esta próspera entidad, que crece aceleradamente y que por lo mismo se ve seriamente amenazada por las consecuencias de un desarrollo que se aleje de la sustentabilidad.

El cambio climático es un reto global que exige la respuesta pronta y decidida de todas las naciones. Para hacerle frente y contener sus efectos es necesario que cada país tome acciones firmes a su interior. México ha asumido su obligación y responsabilidad global ante este reto que amenaza al medio ambiente y a la humanidad.

Somos uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, requerimos la acción corresponsable de ciudadanos y autoridades para modificar hábitos de consumo y producción, a fin de alentar prácticas más sustentables y amigables ambientalmente. Esto ha sido bien enunciado y bien entendido por el gobierno de la República y de ahí se ha desprendido la ENCC y acciones que ya se han implementado en la materia. La Estrategia es resultado de la participación conjunta de ciudadanos, empresas y académicos con el gobierno y está sustentada en fundamentos científicos; plantea metas viables que van más allá de reducir los gases de efecto invernadero, además traza una ruta de largo plazo para mejorar la salud y la calidad de vida de la población.

En la ENCC se sientan las bases para alcanzar los objetivos que marca la Ley General de Cambio Climático: reducir para el año 2020 las emisiones de bióxido de carbono (CO2) en un 30 por ciento sobre la línea base, y para 2024 se debe generar como mínimo un 35 por ciento de la electricidad mediante fuentes limpias.

Uno de los pilares de la ENCC en México, es transitar a modelos de ciudades sustentables con sistemas de movilidad, gestión integral de residuos y edificaciones de baja huella de carbono. En la ZMQ tendríamos que estar trabajando con estos criterios y en un sistema de transporte colectivo no emisor de gases de efecto invernadero.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha venido cuestionando la veracidad del fenómeno del cambio climático que ha provocado la acción humana; ha expresado la pretensión de retirarse del Acuerdo de París sobre la lucha contra el cambio climático que la Casa Blanca considera “malo”. Sin embargo, importantes grupos empresariales e industriales, como Exxon Mobil, han requerido a la administración Trump respeto al Acuerdo. El Acuerdo de París es el marco eficaz para actuar ante los riesgos del cambio climático. Los Estados Unidos tienen gas natural, el cual los hace competitivos, tienen abundantes recursos bajos en carbono.

El Acuerdo de París es el primer acuerdo internacional que combate el cambio climático, estableciendo compromisos de reducción de gases de efecto invernadero y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016; ninguna nación podrá retirarse legalmente durante los siguientes tres años.

Seguramente no tardará la administración Trump en reconocer que el cambio climático no es un invento, sino una realidad que han comprobado con sus investigaciones los científicos de las universidades y centros de estudio ambiental de todo el mundo.

Ex rector de la UAQ.

zepeda@uaq.mx

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