Hace varias décadas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no tenía que presentar perfiles competitivos para ganar una elección. La maquinaria oficial operaba para que sus candidatos se alzaran con el triunfo y si no, arrebataba. La propuesta normalmente consistía en serle fiel a los “principios de la revolución” y con ello, empezar el dispendio de recursos públicos en forma de dádivas. Las cosas, hasta cierto punto, han cambiado. Claro, los vicios no han desaparecido del todo ni tampoco se puede decir que el elector está libre de sesgos y coerción. Mas bien, deseo aquí refrendar la invitación a analizar, desde el Gran Diario de México, las propuestas de los distintos candidatos a ocupar un puesto de representación popular.

Como serán ahora las cosas que Abigail Arredondo, candidata del PRI a la gubernatura de Querétaro, ha dicho que por cada día de campaña, formulará una propuesta para así llegar en total a 60. Que abunden las propuestas no asegura que se remonte en las encuestas, pero al menos sí permite calibrar la capacidad de la candidata —y de su partido— para tratar de resolver los problemas sociales y contrastarla con la de sus oponentes.

Gracias a las redes sociales y al debate del pasado jueves 29, hemos conocido la propuesta de la ex diputada en materia educativa. Propone, por un lado, entregar 50 mil tabletas cada año, echar a andar un programa de infraestructura educativa para “rescatar escuelas saqueadas o abandonadas”, así como “modernizar” establecimientos escolares desde el nivel básico hasta universidades y centros de investigación. Por otro, habla de establecer una tarifa de transporte única para las familias que tengan hijos en edad escolar, repensar la relación entre educación y movilidad, e incorporar a la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro un departamento de cuidados maternales que coordine 60 guarderías. ¿Son originales y “pensadas” esta propuestas? Veamos. 
Igual que Kuri, el candidato de Acción Nacional, ofrece entregar gadgets. ¿A quién? Arredondo, al igual que sus contrincantes, le apuesta al hardware dejando de lado un aspecto central: cómo mejorar el aprendizaje de la niñez y de la juventud ante la crisis educativa que enfrentamos

Sobre las guarderías, Abigail sustenta su propuesta en la eliminación del apoyo federal a las estancia infantiles. Ante esto, la ex diputada diagnostica que 159 estancias en el estado estarían en “riesgo” afectando a 4,800 niños. Este tema, junto con el de la relación entre educación y movilidad y el de la tarifa de transporte, marcan una diferencia con la agenda de sus dos contrincantes punteros.
Por último, cuando Arredondo habla de infraestructura parece querer arreglar un problema que apareció a raíz de la pandemia (“saqueo”).

Que roben las escuelas habla mal del actual gobierno. Pero, ¿por qué mejor no proponer cómo apoyar a las 582 escuelas en Querétaro que no tienen agua potable, a las 808 que no cuentan con lavabos y a las 1,329 que carecen de conexión a internet con fines pedagógicos (Mejoredu, 2020)? Mucha propuesta no equivale a originalidad ni a eficacia gubernamental.


Investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (FCPyS)

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