Hace 77 años en nuestro país se empezaron a notar los primeros esfuerzos por darle una voz a la juventud, una que se había mantenido al margen de la agenda pública, pues sus demandas y necesidades no tenían una especial atención.

Fue en el año de 1942 cuando surgió la ‘Oficina de Acción Juvenil’ la cual dependía de la Secretaría de Educación Pública, este primer avance permitió a las juventudes de ese momento entablar un diálogo con el gobierno y darse a notar como un sector valioso de la población: activo, participativo y comprometido.

Ocho años más tarde, en 1950, se creó el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana (INJM), con el claro objetivo de preparar, dirigir y orientar a las y los jóvenes en actividades sociales, deportivas, cívicas y extra escolares, de esta manera se fueron traduciendo las inquietudes del sector.

Tuvieron que pasar 26 años para que en 1976 el INJM se transformara al Consejo Nacional de Recursos para la Atención a la Juventud, el famoso CREA, el cual se trataba de un organismo descentralizado, encargado de encabezar los esfuerzos, programas y acciones orientadas a atender las demandas de la juventud.

Sin embargo, en 1988 el CREA desapareció por decreto y comenzó a operar la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) absorbiendo sus funciones, por lo que se tuvo que integrar la Dirección General de Atención a la Juventud, limitando su actuar e interacción con las entidades gubernamentales y organizaciones civiles.

En 1996, y debido a que la juventud contaba con una jerarquía menor en la estructura del gobierno federal, se creó la Dirección ‘Causa Joven’ la cual tuvo vigencia hasta el 6 de enero de 1999, momento en el que nació el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonios propios; que dio paso a otro momento importante, la definición de joven como aquellas mujeres y hombres que se encuentren en el rango de edad entre los 12 y 29 años.

Hasta aquí tuvieron que pasar 57 años para que los jóvenes obtuvieran un reconocimiento por ley, fue así que en concordancia con la tendencia nacional, en septiembre de 1999 se creó el Instituto Queretano de la Juventud (IQJ), bajo la misión de ser una instancia facilitadora de espacios para la expresión de este sector.

Después de 12 años, el 25 de marzo de 2011, el IQJ se convirtió en la Secretaría de la Juventud, con el firme propósito de tener una estrategia integral de atención a las y los jóvenes de los 18 municipios de Querétaro.

En 2015, el gobernador Francisco Domínguez Servién mantuvo la apuesta por las y los jóvenes al reconocerlos como los actores estratégicos del desarrollo de Querétaro, por lo que redobló los esfuerzos en materia educativa, laboral, salud, cultura y participación.

A 8 años de su creación en la entidad, Querétaro mantiene una posición privilegiada al ser una de las cuatro entidades del país que cuenta con una Secretaría de la Juventud, junto con Colima, Yucatán y Guerrero, ya que el resto se mantiene como Institutos.

En Querétaro viven 648 mil 290 jóvenes, que representan el 30.83 % de la población total (2,102,539), el reto es seguir dando forma a sus demandas y propuestas, por eso confiamos que en 2019 daremos un importante paso en materia de infraestructura para la consolidación de metas y proyectos a favor de este sector.

@rzballesteros

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