Hoy, 14 de septiembre de 2014, se cumplen 75 años del inicio de la asamblea fundacional del Partido Acción Nacional en México.

Un gran cartel, sobre el presídium, decía: “Acción Nacional: Una organización permanente de todos aquellos que, sin prejuicios, resentimientos ni apetitos personales quieren hacer en la vida pública su convicción en una causa clara, definida, coincidente con la naturaleza real de la nación y conforme con la dignidad de la persona humana”. Había representantes de todo el país. Mujeres y hombres. Entre ellos, la mamá del fundador, Concepción Morín y su esposa, Lidia Torres Fuentes.

Gómez Morín, que se había relacionado con los más altos personajes de la vida académica, económica y política del país, ya desde 1927, en su ensayo 1915, invitaba a los mexicanos a apreciar a México “como (un) país con capacidades, con aspiración, con vida…”. Proponía que en la política debía seguirse más a “principios” que a “caudillos” y convocaba a “encontrar un medio para reunir las buenas voluntades dispersas… a seguir obrando con fe, en la eficacia del bien alcanzado” y todo ello, conforme con la dignidad de la persona humana.

El primer gran triunfo del PAN se dio en 1940. Sí. Aunque en ese año ni siquiera presentó candidato a la Presidencia de la República, pero, el haber aglutinado en tan poco tiempo a una gran cantidad de mexicanos, hombres de bien, de todos los sectores sociales y económicos, apuró al grupo en el poder a tomar posturas moderadas y a incluir a nuevos actores políticos que se sentían atraídos por la propuesta panista.

Se iniciaron 30 años de cierta estabilidad, de acuerdos, de fomento a la industria y al comercio, aunque con privilegios para algunos grupos. Y el PAN estuvo ahí, como oposición responsable. En los 70 vinieron las políticas estatizantes de los presidentes Echeverría y López Portillo, con ineficiencia en nombre de la igualdad. En los 80, vino la política neoliberal de De la Madrid, Salinas y Zedillo, con desigualdad en nombre de la eficiencia. El PAN seguía ahí, y nuevamente aglutinó a ciudadanos, hombres y mujeres que impulsaron la apertura política, la inclusión, la humanización. Ganamos en 2000 y en 2006 . Hubo mayor orden en las finanzas, mayor transparencia, mayor reparto de recursos a estados y municipios. La oposición, en muchos momentos impidió los avances, posiblemente buscando pretextos para regresar al poder.

Hoy, se añade un nuevo ingrediente a la situación del país. Las candidaturas para legisladores y miembros de ayuntamientos deberán de incluir a un 50%, o el porcentaje más cercano posible, de mujeres. Y el PAN está aquí, con mujeres y hombres en pie de lucha.

Las mujeres, están uniendo esfuerzos para que el partido postule a las mejores de su género, que puedan llevar a la práctica los principios del partido. En Querétaro se llevó a cabo el pasado día 11 el Primer Encuentro Estatal de Mujeres Líderes, convocado por la senadora Marcela Torres, quien señaló que la participación de más mujeres debe llevar a nuestro país a una mejor forma de hacer política. “Seguimos causas, no grupos”, dijo. Por su parte, la ex presidenta municipal de Querétaro Carmelita Zúñiga motivó a las presentes a que el PAN “siga aportando una política humanista que busca reconocer la dignidad y promover el desarrollo material y espiritual de todas y cada una de las personas.”

Hoy, a 75 años, en el PAN sigue habiendo mujeres y hombres que queremos convocar a todos los mexicanos para que “sin prejuicios, resentimientos ni apetitos personales” trabajemos por el bien de todos, buscando solamente como recompensa, recordando a nuevamente a Gómez Morín, “el hondo placer de darnos la mano sin reservas”.

Analista político y miembro del PAN

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