Abuelito, ¿te acuerdas que el año pasado me dijiste que Guillermo Tamborrel Suárez, que es el Comisionado del Centro Estatal Contra las Adicciones, aquí en Querétaro, dijo que el 30% de los jóvenes que entrevistaron aceptaron que tienen amigos que les han ofrecido drogas, las venden o las consumen, colocando así a Querétaro en la segunda cifra más alta en el país? 
—Sí, me acuerdo.
—Pues este año, el mismo comisionado aseguró que de 2008 a 2016, aumentó ocho veces el uso de las drogas. Mira, aquí dice: “… el 5.4% de los adolescentes y jóvenes queretanos, de entre 12 y 17 años, consumieron algún tipo de droga en 2016”. Esto representa ¡ocho veces que el 0.6% que se registró en 2008!
—¿En serio? ¿De dónde sacó esos datos?
—De la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017. Mira, por ejemplo, en 2008 el 0.6% de los jóvenes encuestados habían consumido marihuana. Mientras que en 2016, ese porcentaje aumentó a 4.4%.
—Eso suena muy preocupante… 
—Él mismo dice que en 2016 la incidencia acumulada por el uso de drogas entre la población de entre 12 a 17 años, fue de 8.8, mientras que en 2008, fue de 2.8.
—Bueno,  ¿y a qué viene todo esto, Hijo?
—Pues que el viernes se celebró el Día Mundial de la Marihuana. 
—¡Ah, mira! No supe. ¿Tú cómo te enteraste?
—Pues algunos de mis amigos me invitaron a una fiesta, para celebrar el día.
—¿Ya fumas marihuana?
—¡No, Abuelito! Y no sé si algún día lo vaya a hacer. ¿Tú fumaste algún día marihuana?
—Sí. A los 27 años. Una sola vez. Y no lo volveré a hacer en lo que me queda de vida.
—¿Tan mala fue tu experiencia?
—No. Justo porque fue muy buena decidí no volver a fumarla, porque de haberlo hecho, seguramente hoy sería un adicto.
—Mis amigos dicen que fumar marihuana no causa adicción, pero yo tampoco les creo mucho, porque todos dicen que la dejan cuando quieran. ¡Pero yo no veo a ninguno que quiera dejar de hacerlo!  Lo que no sé, es ¿por qué le dicen “4:20”?
—Cuenta la leyenda urbana que en 1971, en una preparatoria de California, unos estudiantes se juntaban a fumar marihuana al terminar las clases. Salían a las 4 de la tarde, y mientras llegaban a la estatua de Luis Pasteur, que era donde se reunían, pasaban 20 minutos.
—O sea, a las 4:20 ¡Ya entendí! 
—Pero otros dicen que “4/20” era una clave que usaban los policías gringos, para avisar que alguien estaba fumando marihuana en cierta dirección. 
—Pues como haya sido, ahora todos mis amigos que fuman marihuana se mandan whatasappazos con esos números, y ya nomás dicen dónde se van a ver.
—El punto es que en todo el mundo han tomado el famoso 4/20, como 20 de marzo, para celebrar el Día Mundial de la Marihuana. Hacen marchas, mítines y actividades para exigir al gobierno de cada país que legalice la marihuana.
—Abuelito, ¿estás de acuerdo en que se legalice para fumarla? Porque para cuestiones medicinales, cada día se avanza más en las autorizaciones.
—Sí. Por varias razones. La primera de ellas es para asegurar que el producto no sea de tan mala calidad, que envenene a quienes la consuman. De la misma forma, si a algún chavito se pone mal cuando la fume, sus amigos lo van a poder llegar a algún hospital, avisar a su familia y esperar a que lleguen, sin huir, temerosos de que los vayan a tomar a ellos como distribuidores.
—Finalmente, al estar permitido su consumo, habrá sitios legales para compra y consumo. Y la diferencia entre uso y abuso, se podrá delimitar.
—¡Así ya no habrá más asesinatos, ni muertes colaterales por traficarla! 
—Y no se está promoviendo su uso, porque quienes han querido fumarla, ¡ya lo hacen!

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