2018 es un año bienvenido, y largamente esperado. Lo es porque los mexicanos tenemos fincadas muchas esperanzas para ese periodo. Culminó 2017 y renace nuestra fe, porque este nuevo año se vislumbra como algo mejor, y donde nos aferramos a que tendremos mejores oportunidades todos. Eso, nos mueve, y eso es invaluable en estos tiempos difíciles, donde el caos amenaza como una posibilidad latente, agazapada a un descuido irracional de los electores.

En 2018, tendremos las elecciones más competidas de los últimos tiempos. En esa fecha se definirá el rumbo del país. Se vislumbra un enfrentamiento de proyectos, como nunca lo hemos tenido. La decisión de los mexicanos será puesta a prueba, y esto no será un asunto menor.

La apertura del PRI, al incorporar a ciudadanos, nos permitirá elegir a candidatos más competitivos, los de mejor imagen y fama pública, los más audaces y trabajadores, los que la ciudadanía reconozca y respete.

De aquí en adelante, quienes aspiren a un cargo, deberán ser los mejor posicionados en un territorio. El PRI se apoyará de los mejores calificados y con mayor reconocimiento positivo sea quien aspire al cargo, sin importar el género.

En lo que a mí respecta, cierro con buenas cuentas y un balance positivo a los habitantes de Querétaro, en mi función actual de legislador en el Congreso de la Unión, en representación del Distrito Electoral número uno, que comprende nada menos que 12 municipios de los 18 que tiene el estado, y que representa el mayor territorio de la entidad.

Con esa perspectiva de un partido abierto a los ciudadanos, me complace anunciar que buscaré que mi partido, el Revolucionario Institucional, me postule a candidato a senador de la República, por el estado de Querétaro.

Tengo el trabajo que acredita mi largo recorrido por tierras queretanas con un sello de honestidad y eficacia. En esta labor de representación popular, en este momento nadie ha trabajado de manera directa en los últimos años en los 12 municipios, como lo ha realizado su servidor. Conozco cada rincón de la entidad, a su gente y sus necesidades, y no sólo he trabajado para esta gran región, sino también he colaborado con la gente de los municipios de Querétaro, San Juan del Río, Escobedo, Corregidora, Amealco y El Marqués, porque las personas me buscan y las atiendo con mucho gusto.

He ganado todas las campañas políticas en las que he participado, desde presidente municipal en Colón, diputado local y federal, siempre por el voto directo, sin utilizar el recurso de la vía plurinominal, creo en el compromiso directo con la gente. Y en esa misma ruta quiero seguir compitiendo.

Ganar en la competencia y dejar la comodidad. Eso significa nada menos la esencia de la democracia representativa. Es regresar a lo básico, quien aspire a un cargo, deberá ganárselo en la calle, en las urnas. Los ciudadanos están hartos de los representantes que no personifican a nadie, que nadie los conoce, y que brincan de una posición a otra, sin ensuciarse las botas en las calles y laderas en donde también viven los que votan.

Ahí, donde están los que necesitan ser escuchados, donde sus demandas son reales, que necesitan mejores escuelas, más varilla y cemento para una vivienda digna o más empleos para vivir mejor. Sí, ensuciarse la ropa, gastar la suela, y sudar la camisa como todos los habitantes lo hacen a diario en la Sierra, los campos y los centros de trabajo.

Por eso celebro que el PRI haya decidido cambiar y escuchar a su gente. Ningún partido podrá ganar solo una elección y nosotros hemos apostado abrirnos a la sociedad y tenemos un gran candidato a la Presidencia de la República con José Antonio Meade, hombre de gran sensibilidad social y de gran preparación académica y, como funcionario público, conoce la economía y las finanzas públicas como nadie. Con él tendremos una economía segura y en crecimiento.

Ante una inminente polarización de dos proyectos de nación, antes del domingo 1 de julio de 2018, el que encabeza nuestro partido, que asegura estabilidad, crecimiento y libertades, contra del “otro”, quién promete sólo ocurrencias, la revancha y la incertidumbre, los mexicanos debemos detenernos a pensar muy bien nuestro voto.

Asegurarnos que nuestro voto lo obtenga quien nos presente el mejor proyecto de un país armónico, seguro, eficiente y proteja mejor nuestros derechos constitucionales que hemos alcanzado, y no retrocedamos como país libre y democrático.

Diputado federal del PRI.

hugo.cabrera@congreso.gob.mx

Google News