El gobierno de Mauricio Kuri González (PAN) mostró su faceta de represión justo el mismo día que se recuerda el #Halconazo, persecución y matanza de estudiantes que exigían apertura durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez (PRI) el 10 de junio de 1971.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), represión es el “acto, o conjunto de actos, ordinariamente desde el poder, para contener, detener o castigar con violencia actuaciones políticas o sociales”.

El viernes 10 de junio de 2022, elementos de la policía estatal, cuyo jefe por encima del secretario de Seguridad Ciudadana, es Mauricio Kuri, detuvieron y contuvieron CON VIOLENCIA a personas de la tercera edad, hombres y mujeres que se manifestaban contra la Ley que regula la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento.

Detuvieron a tres hombres, los subieron a patrullas entre empujones, golpes, gritos y llanto de activistas, bajo la consigna de que habían infringido la ley.

La manifestación que pide derogar la ley –aprobada por mayoría del PAN en la LX Legislatura, el 19 de mayo- comenzó afuera de las instalaciones de la Comisión Estatal de Aguas (CEA). Fue anunciada 15 días antes. Buscaba entablar diálogo con gente del gobierno estatal.

Como no hubo disposición ni representantes, personas de la manifestación deciden cerrar los seis carriles de la vialidad (avenida 5 de febrero), lo que impide el tránsito o avance vehicular.

Alto en el camino. Videos grabados por ciudadanos y testigos de lo ocurrido muestran a tres policías estatales golpear y tirar al suelo producto de los golpes, a un  adulto mayor, jalonear a hombres y mujeres, cargar a un manifestante entre 5 policías para subirlo a como dé lugar a la patrulla.  ¿Es racional y justificable esa violencia contra las personas? ¿En qué momento llega a ser más importante “liberar la vialidad” que la integridad de seres humanos?

El sexenio de Mauricio Kuri González no lleva ni nueve meses y “hace agua” por todos lados: en Comunicación, seguridad pública, mejora del transporte público, disminución y prevención del feminicidio (ese sí, un delito), política social, planeación vial, entre otras cosas.

Lo ocurrido el viernes 10 de junio afuera de la CEA, en avenida 5 de febrero y las cercanías de la UAQ, cortesía de la represión de policías estatales, atenta contra la razón, los Derechos Humanos, el respeto a disentir y la democracia misma.

Por más “maromas” y “nado sincronizado” que hagan y publiquen militantes del PAN, funcionarios públicos, alcaldes, diputados federales y tuiteros con emociones e impulsos anti-AMLO o anti-Morena, el viernes 10 de junio de 2022 hubo represión contra la población.

¿Todo bien en casa, cuando justifican el actuar de la policía estatal? Antes de repetir, sin pensar o como perico (a), que detrás de la protesta habría “zapatistas”, “acarreados” o lo que brote de la imaginación, recomiendo indagar el trasfondo del descontento, las afectaciones a largo plazo y conocer tanto a quienes acudieron a la manifestación, como sus exigencias.

Genaro García Guzmán y Antonio Flores González, catedráticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ, acompañaron al contingente que caminó hasta la Unidad 5 de la Fiscalía, donde horas después se liberó a Roberto Garrido, Juan Pablo Sevilla y Armando Isidro. También estudiantes, como por ejemplo Luis Ángel Sandoval –testigo de lo ocurrido-, están indignados por el abuso de autoridad y la falta de sensibilidad del gobierno de Kuri.

#10DeJunio en #Querétaro. ¿”Halconazo” versión gobierno de Kuri?  El sello: #ConTodo y #Represión.

Periodista y profesor de la UAQ

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