El irrespeto a los reglamentos municipales, la falta de mano firme en los operativos y la concesión de permisos en “masa” han llevado a que los vecinos del Centro Histórico se quejen de manera recurrente por el ruido que ocasionan centros nocturnos, reconoció el presidente de la Asociación de Antros, Bares y Discotecas, Rogelio Garfias Torres. Indicó que la asociación se ciñe a la premisa de gobierno del Estado y el Municipio sobre “no más licencias de funcionamiento en el primer cuadro de la ciudad”; en su calidad de presidente se han entrevistado con los vecinos y por parte de los agremiados se ha cumplido el tope de decibeles, sin embargo la competencia desleal persiste. “Cero licencias para el primer cuadro de la ciudad. Un empresario le baja el volumen y el vecino de enfrente le sube, sus comensales se van para allá, obligan a que éste también reacciones y es un círculo que no se ha roto; como tal el reglamento existe el problema es que no se está respetando”. Según explicó, en el Centro existen 785 establecimientos con permiso para la venta de alcohol, aunque no todos trabajan con altos volúmenes de música; de ellos solo la mitad está agremiada a la Asociación de Antros y Bares. La Norma Oficial Mexicana para Ruido Ambiente, indica que de 6 de la mañana a 10 de la noche el límite de decibeles es de 68; y el resto del tiempo: de 22 a 6 horas es de 65, lo que se contempla en el código municipal de Querétaro en su artículo 228.

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