El despacho Tirado y Arredondo Legal se especializa en derecho ambiental. Es uno de los primeros en Querétaro que atiende asuntos ecológicos. También trabajan en litigio fiscal y mercantil, asuntos civiles, amparos, derecho ambiental fiscal y administrativo. Los jóvenes litigantes, Enrique Tirado y Raúl Arredondo se conocieron en la escuela de derecho y hace un par de meses abrieron su propio negocio en esta ciudad. La empresa tiene oficinas en Querétaro y la ciudad de México, pero muy pronto tendrán socios en Estados Unidos. Explicaron que más que pleitos legales en materia del medio ambiente, Tirado y Arredondo trabaja en la prevención. “Antes que llegar a la instancia de litigios y solución de conflictos, estamos pugnando por una etapa preventiva en todas las empresas”, explicó Tirado. Estos dos jóvenes abogados atienden, por ejemplo, el cumplimiento de regulaciones, auditorías ambientales, cumplimiento de especificaciones técnicas en materia ambiental, como emisiones a la atmósfera, contaminación en ruido o descargas de aguas residuales. “Las autoridades aplican parámetros para tener todo esto controlado y la empresas deben acatar estas inspecciones”, aclaró Enrique, quien dijo que la mentalidad de él y su socio “es estar siempre enfocados a las empresas en una etapa preventiva”. Enseñar con el ejemplo Enrique Tirado, de 32 años, es queretano de nacimiento. Estudió la carrera de abogado en la Universidad Anáhuac, campus estado de México y una especialidad de impuestos en la Universidad Autónoma de Queréatro. El crecimiento industrial del estado ha ido en aumento, a partir de los años 80 y 90, por ejemplo con el “sector automovilístico y ahora en el área aeroespacial, por lo que nos parece que hay grandes oportunidades de empleo para nosotros los abogados, ya que nuestro trabajo es atender las necesidades de este tipo empresas, muchas de ellas transnacionales”, explicó. De padre abogado, recibió las primeras enseñanzas del oficio en casa. “Mi padre siempre me enseñó a pugnar por dar un trato justo, que la gente reciba lo que se merece y eso siempre lo vi como ejemplo en mi casa”, recordó. Tirado trabajó varios años en el despacho de su padre y ahora emprende su propio camino, como joven emprendedor. El novel abogado cree que la vida da oportunidades, pero hay que ir por ellas. “Yo creo que cada quien debemos construir nuestro éxito y mucho está en tomar la decisión y aventarse, confiar en uno mismo y tener seguridad”, explicó. Se dice “soltero, felizmente”. Cuando no está en los juzgados, juega tenis y golf. “Soy medio inquieto”, agregó. Abogado con corazón Raúl Arredondo de 31 años de edad, emigró de la ciudad de México a Querétaro, junto con su esposa. Ve en Querétaro una gran oportunidad de negocio, sobre todo en el ramo de las grandes empresas: “Es el estado que más ha crecido en los últimos años”. La idea, explicó el litigante, es abrir un despacho que cubra gran parte del territorio nacional. “Es a largo plazo, pero ésa es la idea”. Como buen abogado, Arredondo investigó antes de hacer maletas, para viajar al estado que más oportunidades ofreciera para el negocio. “La ciudad de Querétaro ofrece todo para que se desarrolle uno. La infraestructura, negocios, seguridad, todo”, señaló Arredondo. Existe incluso -indica Arredondo- la idea de abrir más negocios en la ciudad y no necesariamete de litigios. Un dicho de abogados afirma que no hay buenos litigantes, hay buenos asuntos y Raúl lo cree. “De qué te sirve ser un buen abogado, tener maestrías y doctorados, sino tienes clientes”, aclaró. No se considera un “abogado del diablo”, pero ha trabajado en el gobierno y sabe lo que eso significa. Dice que los asuntos se pierden, no porque sean casos difíciles, sino por tener un mal abogado. También explicó que un litigante no se debe tocar el corazón en un pleito, pero debe pensar siempre en la gente. Y jura que los abogados sí tienen sentimientos.

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