Existen tres tipos de trastornos diferentes relacionados con que “te brinque el ojo” y cada uno de ellos tiene una causa diferente, estos son los espasmos oculares, blefaroespasmo esencial benigno y espasmo hemifacial, a estos trastornos se les conoce como fasciculaciones oculares.

De acuerdo con Mayo Clinic, los espasmos del párpado, mejor conocidos como mioquimia, afectan únicamente al párpado. De los tres es el más común pues se presenta en la mayoría de las personas alguna vez en su vida.

Afecta la parte superior o inferior del párpado, comúnmente es uno a la vez. Estos espasmos en el ojo llegan a ser imperceptibles o muy molestos dependiendo el caso. En ocasiones desaparecen con el tiempo y pueden volver a aparecer en cuestión de horas, días o más tiempo.

Se pueden ocasionar por consumo de alcohol, luz brillante, exceso de cafeína, cansancio, irritación de la superficie del ojo o de la parte interna del ojo, fumar, estrés o contaminación.

Las fasciculaciones oculares posiblemente muestren signos de trastornos cerebrales y del sistema nervioso como parálisis facial, distonía, distonía cervical, distonía oromandibular y facial, esclerosis múltiple, párkinson y síndrome de Gilles de la Tourette, sin embargo, cuando es el caso, vienen acompañados de otros síntomas y signos.

Los espasmos oculares generalmente se van rápido y naturalmente con descanso, alivio del estrés y con la disminución del consumo de cafeína, pero si los espasmos no desaparecen en unas semanas; el párpado se cierra completamente con cada espasmo o hay dificultad al abrir el ojo; los espasmos se presentan en partes de la cara o del cuerpo; hay rojez, hinchazón o secreción en el ojo; o los párpados están caídos se recomienda agendar una cita con el doctor.

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