Estudiantes mexicanas diseñaron un pantiprotector inteligente cuyo principal objetivo es detectar infecciones en la zona íntima de la mujer, aseguró María Fernanda Nava, una de sus creadoras.

Nava explicó que el dispositivo, llamado "LifeDrop", es similar a un pantiprotector femenino pero adicionado con esferas inteligentes naturales e hipoalergénicas.

Estas esferas, detalló, cambian de color dependiendo del pH de la mujer, y si existe algún tipo de infección en la zona íntima la tonalidad se torna de un rosa intenso.

Con ello la mujer podrá saber, gracias a la información contenida en el empaque, si su salud íntima es buena o debe acudir al ginecólogo lo antes posible.

El proyecto, también denominado LifeDrop, surgió luego de que las estudiantes se percataran de que las enfermedades del cuello del útero están entre las principales causas de muerte en las mujeres mexicanas.

Del mismo modo, entendieron que una forma de prevenirlas es con un diagnóstico temprano de cualquier cambio en los fluidos de la zona vaginal. De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 75 % de las mexicanas han presentado alguna por lo menos una vez en su vida.

Este desarrollo busca combatir de forma rápida, eficaz, desechable y de muy bajo costo las infecciones vaginales, así como brindar protección a la mujer durante su periodo.

Además, Nava señaló que con este dispositivo se busca dejar de lado métodos más invasivos que muchas veces generan en las mujeres temor o recelo a la hora de hacer las pruebas. "Esto a veces las orilla a que ni siquiera se atrevan a ir a una consulta ginecológica", detalló.

De acuerdo con Nava, las creadoras esperan que cualquier persona pueda adquirirlo, sobre todo porque "no hay ni estado socieconómico ni edad para que te pueda dar una infección vaginal".

Del mismo modo, explicó que esperan que pueda tener un costo accesible, pues por el momento estiman que el precio podría oscilar en torno a cinco pesos (0,26 dólares) por pieza.

"Quisiéramos tener impacto social apoyando a quienes no tienen acceso a estas pruebas. Es lo que buscamos", aseveró Nava.

Explicó que ya tienen listo el trámite de la patente pero se han reunido con inversionistas "porque queremos trabajar más en el desarrollo para tener un producto más cercano a lo que estaría en el mercado".

En el desarrollo tecnológico y de su modelo de negocio, Nava y Adriana Vargas, estudiantes de la escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tecnológico de Monterrey, trabajaron con un equipo multidisciplinario.

El proyecto, en el que también participó Javier Ceballos, estudiante de Ingeniería en Biotecnología de la misma institución, fue premiado en Chile. "LifeDrop logró el primer lugar en el Jump Chile 2018", expresó Nava.

Dicho evento, tiene como objetivo impulsar a los estudiantes de educación superior a transformar sus ideas en modelos de negocios para formar una nueva generación de emprendedores y agentes de cambio con impacto global.

"Ser ganadoras del concurso Jump Chile fue solo el primer paso con el cual esperamos poder seguir desarrollando la tecnología del protector", comentó Nava.

bft

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