Científicos han descubierto a través de sus trabajos en ratones de Alemania y murciélagos de Uganda dos nuevos parientes del virus de la rubéola, el cual fue identificado por primera vez en 1962.

Los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison detectaron en murciélagos africanos el virus que han llamado Ruhugu, debido a que fue encontrato en el subcondado de Ruteete, mientras sus compañeros del Insittuto Friedrich-Loeffler detectó el virus Rustrela, en animales de zoológico y ratones de cuello amarillo.

En la revista Nature fue donde dieron cuenta de los detalles sobre los descubrimientos que obtuvieron a través de sus trabajos. No solo hablaron de su parecido con la rubéola, también dieron cuenta de sus dferencias con el virus del que se considera que los seres humanos son los únicos huéspedes naturales.

No obstante el parecido con la enfermedad caracterizada por su fiebre, dolor de cabeza y congestión nasal, entre otras, los expertos indicaron que ninguno de los microorganismos recién hallados afecta a las personas.

El virus de la rubéola es transmitido por el aire. En gran medida se ha erradicado gracias a una vacuna, aunque existen todavía algunos focos de la enfermedad en todo el mundo.

Los murcièlagos son estudiados al ser portadores de varios tipos de virus.

Entre las consecuencias que deja este padecimiento se encuentran las erupciones cutáneas y síntomas similares en la gripe; sin embargo el mayor riesgo es a personas embarazadas, pues puede ocasionar abortos espontáneos o defectos del desarrollo fetal, provocando que los bebés puedan nacer sordos, ciegos o tener problemas cardíacos.

Búsqueda de coronavirus en murciélagos llevó al virus Ruhugu

Tony Goldberg, profesor de epidemiología que encabezó los trabajos de la Universidad de Wisconsin-Madison, reconoció los trabajos que se han hecho para encontrar el origen del virus de la rubéola, aunque la tecnología con la que se cuenta en la actualidad puede ser lo que haya avanzado en las investigaciones relacionadas con los virus.

El investigador afirmó que en su investigación no partió con la iniciativa de dar con los orígenes de la rubéola o virus similares, sino que estaban en busca de coronavirus transmitidos por murciélagos, esto antes de la pandemia de Covid-19, que en el mundo ha cobrado más de un millón de personas.

Al llevar a cabo sus estudios fue que se dieron cuenta que la cadena del código genético que el equipo realizaba era extraña, así que cuando observaron más de cerca vieron que era bastante similar al virus de la rubéola, pero aún así conservaba sus diferencias debido a sus aminoácidos, por lo que dieron con el Ruhugu.

Los especialistas del Insittuto Friedrich-Loeffler detectaron el virus Rustrela en ratones de campo de cuello amarillo en Alemania. Al respecto, los equipos de investigación han destacado la presencia de mamíferos comunes en las dos regiones.

Del total de animales estudiados se descubrió que la mitad eran portadores del virus Ruhugu o el Rustrela, respectivamente, lo cual sugiere que las dos especies pueden actuar como reservorios virales, transmitiendo los patógenos sin enfermarse.

Vacuna contra la rubéola, ¿eficaz?

Ante la incertidumbre de si los virus Ruhugu y Rustrela puedan pasar a las personas, los especialistas han hablado sobre los panoramas que se pueden dibujar ante las posibilidades.

"No hay evidencia de que el virus ruhugu o el virus rustrela puedan infectar a las personas, pero si pudieran, podría ser tan importante que deberíamos considerar la posibilidad", alertó el experto de la Universidad de Wisconsin-Madison.

Por otro lado, Tony Goldberg mencionó que si se trata de un virus que solo es zoonótico, o si el virus de la rubéola puede volver a los animales, eso cambiaría las reglas del juego para la erradicación de la enfermedad.

El análisis que realizó el equipo de Tony Goldbeg, profesor de epidemiología en la Universidad de Wisconsin-Madison, arrojó que existe la posibilidad de que los tres virus sean lo suficientemente similares para que la vacúna contra la rubéola con la que se cuenta sea eficaz para atender los males.

El estudio de estos dos nuevos virus abre la posibilidad para continuar la investigación sobre el virus de la rubéola, pero también de toda la familia Matonaviridae, identificada en 1962.

Estos descubrimientos han impulsado a que la comunidad especializada hiciera un llamado a la protección de las hábitats, luego que "los virus permanecen en su lugar cuando los ecosistemas están intactos".

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