Las algas o verduras del mar han sido utilizadas en la comida oriental por siglos, recientemente éstas se han venido incluyendo en la cultura culinaria de todo el mundo, no sólo por una cuestión de moda, sino también por su alto contenido en nutrientes.

Entre sus nutrientes se destaca el yodo el cual ayuda a mantener la tiroides saludable. Además, cuenta con grandes cantidades de calcio, potasio y magnesio encargados de cuidar nuestros huesos y salud cardiovascular. Aportan vitaminas A, B y C y tienen altas dosis de hierro. Todos estos nutrientes las convierten en un superalimento, pero su consumo se debe moderar, pues si se comen de manera excesiva podría traer problemas a nuestra salud.

Las algas se clasifican en rojas, pálidas y verdes y de acuerdo a su color son los nutrientes y beneficios que aportan a la salud. No todas las algas existentes pueden ser utilizadas en nuestros alimentos.

Las algas marinas son muy versátiles, se pueden emplear en diferentes tipos de recetas: desde sushi, ensaladas, sopas y hasta en cócteles. Sólo se deben elegir las adecuadas para cada platillo, pues cada una se distingue por un sabor peculiar.

El alga más popular es el nori, utilizado en el sushi, aunque también existen otros tipos de algas utilizadas en la cocina como el wakame, que se utiliza para preparar ensaladas frias con sésamo. El kombu, con el que se prepara el dashi, un caldo base de diversos platillos nipones.

El espagueti de mar, el cual se puede integrar junto a tallarines o incluso con algunos mariscos. Otra de las algas más utilizadas en la gastronomía es el musgo de Irlanda, empleado en el sector culinario como espesante y estabilizante para salsas, cremas y postres.

Las algas que normalmente podemos encontrar en los supermercados son deshidratadas y muchas no necesitan ser cocinadas para su consumo. Para comenzar a integrarlas a tu dieta diaria puedes utilizarlas como condimentos en otros platillos para agregar sabor, complementar ensaladas, sándwiches, sopas y guisos.

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