Investigadores de la Clínica Mayo descubrieron mutaciones en seis genes humanos que pueden transmitirse en una familia y que significarían el aumento considerable en el riesgo personal de cáncer de páncreas, sin que ello signifique que necesariamente lo van a desarrollar.

El resultado es importante en parte porque quizá habría nuevas alternativas de tratamiento para los pacientes con cáncer que tienen estas mutaciones genéticas, indicaron Fergus Couch y Gloria Petersen, coautores del estudio.

De acuerdo con la investigación, en un análisis genético aplicado a tres ml 30 pacientes pancreáticos entre los años 2000 y 2016 se compararon los resultados de 21 genes frente a resultados similares de más de 123 mil pacientes sin este tipo de cáncer.

Los seis genes claramente vinculados con más riesgo para cáncer de páncreas son BRCA1, BRCA2, CDKN2A, TP53, MLH1 y ATM, y las mutaciones genéticas fueron identificadas en 5.5 por ciento de todos los pacientes con cáncer de páncreas, incluido 5.2 puntos porcentuales de pacientes oncológicos sin antecedentes familiares.

El estudio, publicado en la edición del 19 de junio de la revista "JAMA", menciona que al estar presentes estos cambios genéticos en pacientes sin antecedentes familiares, se recomienda que el nuevo estándar de cuidado sea realizar análisis genéticos en todos los pacientes.

Actualmente se ofrecen estas pruebas solamente a los pacientes con antecedentes familiares de la enfermedad, lo cual abarca apenas a 10 por ciento de todos los casos.

Los investigadores de la Clínica Mayo sugieren que estas pautas de análisis pasan por alto la predisposición genética al cáncer en hasta 90 por ciento de los pacientes sin antecedentes familiares.

En general el cáncer de páncreas no se diagnostica sino hasta las etapas tardías, cuando se ha diseminado a otras partes del cuerpo. La Sociedad Americana contra el Cáncer calcula que este año se diagnosticará a 55 mil estadounidenes y otros 44 mil más morirán a causa de la enfermedad.

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