Amediados de este año, el gobierno italiano tuvo que tomar una decisión radical: obligar a sus ciudadanos a vacunar a sus hijos con sanciones que llegan a superar los 7 mil euros para quien no cumpla la norma. La medida acaba de empezar a aplicarse, pese al descontento de muchos sectores. Para los especialistas en salud pública, esto era necesario, pues los fuertes brotes de sampión que vive este país se registraron en una población que no estaba vacunada contra este virus en 88%, según datos del Instituto Superior de Sanidad de Italia (ISS).

La Comisión de Verificación Regional para la Eliminación del Sarampión y la Rubéola (RVC) reportaba más de 500 casos en Europa tan sólo en enero y los números se fueron multiplicando. A mediados de este año, la OMS contabilizaba 35 muertes en el viejo continente por una enfermedad prevenible por vacunación. Rodrigo Romero Feregrino, secretario de la Asociación Mexicana de Vacunología (AMV), señala que la caída en las tasas de vacunación que se han visto en varios países del viejo continente contribuyeron a esparcir la enfermedad. En un mundo interconectado, los riesgos son para todos.

El sarampión es causado por un virus de la familia de los paramixovirus y se transmite fácilmente a través del contacto directo y del aire. El virus infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo. Su poder de contagio es tan alto que se calcula que un sólo enfermo puede pasarlo a otras 18 personas. Según datos de la OMS, el sarampión se mantiene como una de las principales causas de muerte entre los niños pequeños: se calcula que mueren alrededor de 130 mil personas al año debido a esta enfermedad, la mayoría menores de cinco años.

Pero, ¿por qué regresaron enfermedades a las que parecía ya se les había ganado la batalla para su erradicación? El epidemiólogo Ricardo Cortés Alcalá señala que varios mitos sobre la seguridad de la vacunación contribuyen a que bajen las tasas de inmunizaciones “y en este caso, uno de los ejemplos concretos tiene nombre y apellido”, apunta. El investigador se refiere a Andrew Wakefield, quien en 1998 presentó un estudio en la publicación científica The Lancet en donde vinculaba las inmunizaciones contra el sarampión con el autismo. Estudios posteriores en diversas revistas científicas de todo el mundo desmintieron la vinculación. Finalmente, la publicación se retractó y a Wakefield se le retiró la licencia cuando se descubrió que sus intereses estaban vinculados con una demanda millonaria a un laboratorio.

A pesar de esto, este argumento ha seguido siendo utilizado por numerosos grupos que proclamando un estilo de vida “más natural”, promueven la eliminación de las inmunizaciones. “Sin embargo, la mayoría de estos grupos están liderados por personas que buscan hacer de la creencia, y no de la ciencia, un postulado”, apunta Cortés Alcalá.

El amor en los tiempos del sarampión

Otro de los factores que menciona el especialista respecto a los brotes de sarampión que han surgido principalmente en el viejo continente tienen que ver con países con un precario sistema de salud, pero altas tasas de migración al resto del continente, como Rumania, donde se centran el mayor número de muertes por esta enfermedad. Afortunadamente en nuestro país no se han detectado casos de sarampión desde la aparición de los brotes más recientes. Para los especialistas esto se atribuye a que el esquema de vacunación gratuita de nuestro país lo ha hecho ser asimilado como un derecho y no una obligación.

Esta enfermedad puede ser particularmente agresiva con los grupos de niños con malnutrición y los casos más graves pueden degenerar en encefalitis, ceguera y neumonía.

Actualmente, la vacuna del sarampión se aplica en nuestro país mediante la vacuna triple viral (SRP) que protege además contra la rubéola y la parotiditis. Esta vacuna, que pertenece al tipo de virus atenuados, se aplica a los 12 meses y a los seis años.

Otra enfermedad prevenible por vacunación que tuvo brotes recientes es la tos ferina. En México su inmunización está incluida en una vacuna pentavalente acelular que se administra a los 2, 4 y 6 meses de edad, con un refuerzo a los 18 meses de edad. Cortés Alcalá explica que el brote ocurrido hace cinco años tuvo que ver con un desabasto a nivel mundial del componente principal de la vacuna: pertussis. Ante la baja de la cobertura, inmediatamente subió la tasa de incidencia afectando en más de 90% a menores de un año. El especialista explica que la estrategia que se siguió en México fue la de aplicarla también a mujeres en el último trimestre de embarazo, pues 12% de las muertes que se siguen reportando por tosferina son en neo natos y el país que más casos presenta es desgraciadamente un vecino muy cercano: EU.

Vacunación para todas las edades

María Yolanda Cervantes Apolinar, directora de Investigación, Desarrollo Clínico y Asuntos médicos de Vacunas GSK señala que 17% de las muertes en niños menores de cinco años son prevenibles por vacunas, pero esto no quiere decir que este sea la edad límite para las inmunizaciones, de hecho hay vacunas muy importantes para las diferentes etapas de la vida. “Hay 14 enfermedades de las que se pueden prevenir los adultos mediante las inmunizaciones”.

En México, el virus del papiloma humano (VPH) es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres. “Una mujer muere cada dos horas por este tipo de cáncer”, apunta Cervantes. Ante este panorama se incluyó también en la cartilla de salud que las niñas en quinto año de primaria sean inmunizadas con esta vacuna que les ofrecerá protección cuando empiecen su vida sexual, independientemente de los estudios que se deben realizar periódicamente. Existen más de 200 tipos de VPH, aunque sólo algunos son los que pueden desarrollar cáncer. “La vacuna está basada principalmente en el 16 y el 18 que causan por sí solos alrededor de 70% del total de los casos de cáncer cervicouterino”.

Para los especialistas existen varias etapas por las que atraviesa una vacuna para ser aceptada en la sociedad y actualmente la del VPH se encuentra en un periodo de pérdida de la confianza, pues empezaron a surgir diversas noticias sobre fuertes efectos secundarios de la vacuna que desalentaron su uso principalmente en algunos países de Europa, como España.

Sin embargo, el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS), que brinda asesoramiento independiente, autorizado y científico a la OMS, ha corroborado el perfil de seguridad de las vacunas y su útil aplicación principalmente en países de alta incidencia de la enfermedad, como México.

La Cartilla Nacional de Salud de adolescentes de 10 a 19 años contempla, entre otras, dos dosis de la vacuna de hepatitis B para quienes no cumplieron el esquema cuando eran más pequeños. La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus (VHB) y constituye un importante problema de salud a nivel mundial, pues puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático. La insistencia de su aplicación en la adolescencia tiene que ver con que también se transmite por vía sexual, así que se recomienda esta protección antes del inicio de ésta.

En nuestro país existen cinco cartillas de vacunación que contemplan esquemas de protección en cada una de las etapas de la vida. En el caso de los adultos de 60 años o más, se busca prevenir contra neumonia por neumococo, tetanos, difteria e influenza. Respecto a esta última inmunización, la doctora Cervantes Apolinar señala que más personas han muerto de influeza en periodos cortos que de cualquier otra enfermedad y alrededor de 80% de los muertos son personas de más de 65 años, aunque otros grupos susceptibles son personas con obesidad o diabetes, entre otros.

La única enfermedad erradica en el mundo es la viruela. En mayo de 1980 se declaró oficialmente su eliminación después de más de siglo y medio de haberla detectado. En la actualidad, según Cortés Alcalá, sólo dos países conservan el virus en sus laboratorios: EU y Rusia, quienes ante un regreso de la enfermedad tendrían el antídoto para tratarla. Para el epidemiólogo “la Conquista de España en nuestro territorio fue en realidad obra de las enfermedades infecciosas”. Es así que cualquier victoria contra estos microorganismos puede hacer la diferencia para la supervivencia de una sociedad que se escude en la ciencia y no en el mito.

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