En 1998Martha Ramírez, Rosa María Rico,Susana Barroso, Patricia Herrera y Margarita Cano se desempeñaban como amas de casa luchando por hacer que salieran las cuentas en Santa Rosa de Lima, Guanajuato. El destino pintaba panoramas oscuros pues el pueblo, beneficiario de la minería, se vio seriamente afectado por recortes de personal y cambios en la industria.

Para Martha, Rosa María, Susana, Patricia y Margarita todo cambió cuando llegaron al pueblo dos jóvenes que realizaban su servicio social por parte de la Universidad de Guanajuato. Tocaron puerta por puerta y anunciando que darían talleres para enseñar a hacer mermeladas y conservas, a quien quisiera tomarlos. Ante la noticia, el grupo se organizó y, junto con otros integrantes y, después de haber tomado el curso, montaron, finalmente, su negocio que bautizaron: Conservas Santa Rosa.

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Con las responsabilidades de una empresa en ciernes, algunas personas involucradas en el proyecto dejaron de participar pero Martha, Rosa María, Susana, Patricia y Margarita permanecieron unidas. Luego, con un poco de apoyo gubernamental y gracias a que frecuentaban los circuitos de ferias de comida orgánica en todo el país, en 2006 encontraron su oportunidad.

Durante el festival Expo Orgánicos que se llevó a cabo en el estado de Chiapas, Conservas Santa Rosa se encontró con representantes de la cadena de restaurantes Toks, que en ese entonces deseaba iniciar un programa de responsabilidad social con comunidades del país, y después de conocer esta mermelada, realizó un pedido que, para Conservas Santa Rosa, parecía estratosférico: en tres meses la cadena restaurantera solicitaba seis toneladas de producto, algo así como 20 mil frascos. “Nosotras en ese entonces solo producíamos 10 kilos al mes,”cuenta Rosa María. “Para cumplir con el pedido pedimos apoyo de familiares y amigos. Todo nuestro proceso era artesanal, desde despatar la fresa hasta picar a mano. Los últimos dos días no dormimos,”recuerda.

Gracias al esfuerzo, la mermelada se entregó y, desde entonces, la relación con la cadena restaurantera ha provocado que la vida, tanto de las integrantes de Conservas Santa Rosa, como del pueblo de Santa Rosa de Lima haya dado un vuelco. Actualmente surten 2.5 toneladas semanales, lo que equivale a una producción de 130 toneladas anuales de mermelada de fresa.

Con la demanda y el trabajo, llegó otro cambio, en este caso de nombre. Actualmente, Conservas Santa Rosa se conoce como Conservas 1998 y es una fuente de trabajo estable y rentable para 14 personas y, además, garantiza la compra de la materia prima a cuatro pequeños productores de fresa de la zona de Irapuato, quienes ahora entregan la fresa ya despatada, lo que hace el proceso más fácil. Para Conservas 1998, cerca del 90 por ciento de los ingresos provienen del convenio con la cadena restaurantera. Sin embargo, el 10 por ciento restante se divide en otros clientes, las ventas en línea y en la tienda de la fábrica, que siempre está abierta para visitantes. Además de la célebre mermelada de fresa, las integrantes de esta empresa han integrado a su línea de productos almíbares, ates, escabeches, tamarindos, semillas saladas y enchiladas, así como mermeladas de frutas que varían dependiendo de la temporada.

Ante la pregunta de cuál ha sido su mayor dificultad como emprendedoras, las cinco están de acuerdo: todavía existen prejuicios ante un grupo de mujeres que se ha organizado sin ayuda de hombres. “Surgieron rumores que queremos olvidar, como que teníamos un jefe oculto o que en estas instalaciones que compramos con mucho esfuerzo nos habíamos encontrado dinero,”cuenta Martha. “Por fortuna, poco a poco eso ha ido desapareciendo.”

El proceso de Conservas 1998 cumple con los estándares de la Norma Oficial Mexicana y, además, es una historia de éxito de emprendimiento gracias a la bondad de la cocina.

SIGUE EL PROCESO

PURA FRESCURA

Reciben la fruta fresca, que no solo son fresas, pues también preparan mermeladas de temporada.

A PICAR SE HA DICHO

Después de recibir la fruta, seleccionarla y limpiarla muy bien, la pican y procesan en una licuadora industrial.

MERMELADA EN PROCESO

Se pone a hervir la fruta en grandes ollas, no se le agrega azúcar y únicamente se utiliza .001 % de conservadores.

YA CASI ESTÁ LISTA

Antes de empacar, se tiene que dejar enfriar y reposar. Una vez lista, el 90 por ciento se empaca en botes de cinco litros.

AL ALCANCE DE TODOS

El 10 por ciento restante de mermelada se empaca en frascos de vidrio, ideales para su venta al menudeo.

Conservas 1998

Dirección: Camino Real 25, Santa Rosa de Lima, Gto.
Tel: 473 102 5013
Facebook: @ConservasSantaRosa

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