Si analizamos los resultados globales de la industria automotriz al primer semestre de 2012, en los tres mercados más importantes del mundo, EU, Europa y China, existen grandes diferencias tanto en producción como en ventas.

De acuerdo con analistas, el mercado estadounidense crecerá en relación con el año anterior, en una cifra cercana a 15%, sin llegar a su máximo histórico de 16 millones unidades vendidas.

En Europa se espera que el mercado disminuya 7%, con lo que algunas empresas se verán obligadas a cerrar plantas. El mercado en China, el más grande del mundo, parece que comienza a estabilizarse una vez que ha llegado a los 18.5 millones de unidades en 2011. De continuar con esta tendencia, venderá 19 millones de automóviles en 2013.

Un factor que contribuye a la estabilización del mercado automotriz chino se relaciona con la congestión vehicular y la contaminación. Y es que 16 de las 20 ciudades más contaminantes del mundo están en China.

En Guangzhou, con más de 10 millones de habitantes, un parque vehicular de 2.4 millones de unidades y donde la velocidad promedio a la que pueden circular los automóviles es 20 km/hr, el gobierno ha establecido cuotas para la obtención de licencias de autos nuevos. El pasado 1 de julio se anunció que sólo se autorizarían 120 mil permisos o licencias de circulación adicionales para los próximos 12 meses.

No obstante, el gobierno central chino no permitirá que muchos municipios tomen medidas similares, pues afectarían el crecimiento económico e industrial del país. Esta política de control vehicular podría perturbar principalmente a productoras como General Motors (GM) y Volkswagen, que tienen fuertes inversiones y una alta participación en el mercado asiático.

A nivel mundial, para 2013 se espera que el mercado más dinámico sea el estadounidense, con ventas que alcanzarán 14.8 millones de unidades, siendo los principales participantes GM, con ventas de 2.6 millones de unidades; Ford, con 2.2 millones; Toyota, con 2 millones, y Chrysler, con 1.6 millones de unidades. Este crecimiento se debe en gran medida a una mejor situación económica y a la actual renovación del parque vehicular, luego de que durante la crisis los norteamericanos habían pospuesto la compra de automóviles nuevos.

Durante la crisis, el mercado automotriz estadounidense sufrió una contracción —al pasar de 16 millones de unidades en el 2007 a 10 millones en el 2009—, obligando al sector a reducir costos y reestructurar sus operaciones rápidamente. Hoy el sector ha dado la vuelta a la crisis. En este contexto, la competencia se intensificará especialmente entre EU y Japón, que igualmente se ha recuperado después de los desastres del año pasado. En el momento culminante de la crisis, Toyota reportó sus primeras pérdidas en 60 años. Sin embargo, los despidos fueron temporales y han podido recontratar al personal en sus plantas.

En Europa, los grandes fabricantes tienen problemas severos, pues se especula sobre el cierre de plantas que afectarían directamente las ventas de las empresas involucradas. Volkswagen se ha mantenido como líder de la región. El resto de los fabricantes ha visto disminuidas sus ventas en lo que va del año. Tal es el caso de PSA (fabricante de Peugeot y Citroën), con una baja de 13.9%; Renault, 17.1%; GM (Opel/Vauxhall) 10.8%, y Fiat 17.1%.

Peugeot, Fiat, Renault y las subsidiarias de GM están sufriendo una fuerte contracción en Europa, similar a la de Estados Unidos hace algunos años. Desafortunadamente, en Europa no existe una legislación que permita el rescate de las empresas en crisis.

Como sucedió con GM hace cuatro años, Peugeot ha reducido sus niveles de producción y ha incrementado sus descuentos, afectando de manera importante los márgenes de ganancia. La empresa cerrará dos plantas en Alemania como resultado de la contracción en las ventas, debido al exceso de capacidad existente en el mercado europeo.

Aunque cuenta con un flujo de efectivo positivo hasta 2015, no deja de estar en una posición crítica. Si GM (Opel) decidiera retirarse del mercado, Peugeot se vería afectado, pues existen acuerdos de colaboración que les permiten ahorrar mil millones de dólares de aquí a 2015.

Opel cuenta con el respaldo de GM, mientras que Fiat, que contribuyó al rescate de Chrysler, se verá beneficiada con la generación de utilidades de dicha empresa. Renault, por su parte, cuenta con las sinergias de Nissan.

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