Si el próximo gobierno cancela la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se crearía un cuello de botella para el tráfico aéreo después del 2021, de acuerdo con un análisis de UBS.

2021 es la fecha estimada donde se prevé que el actual aeropuerto llegue a su máxima capacidad.

Mientras tanto, las aerolíneas podrán seguir creciendo a un ritmo de 4 o 5% anual, en línea con las expectativas del incremento en el tráfico de pasajeros.

Si el Nuevo Aeropuerto se cancela, los grupos aeroportuarios más afectados serían Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA), ya que 41% de sus pasajeros provienen de rutas desde y hacia la Ciudad de México.

El segundo grupo aeroportuario más afectado sería Grupo Aeroportuario del Sureste, el cual tiene 30% de su tráfico de pasajeros desde y hacia la Ciudad de México; después Grupo Aeroportuario del Pacífico con 22% de su tráfico conectado a la Ciudad de México.

UBS destacó que la Ciudad de México contribuye con 34% del tráfico aéreo en todo el país y ha contribuido con 31% del incremento del tráfico aéreo en todo el país, en los últimos 25 años.

“Si el nuevo aeropuerto se cancela, las aerolíneas se verían obligadas a buscar alternativas. El Aeropuerto de Guadalajara se podría convertir en el centro de operaciones, o Monterrey y Tijuana”, indica UBS.

El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que realizará un referendum en octubre para decidir entre tres posibles alternativas: terminar la construcción del NAIM como está con recursos públicos; concesionar su construcción; o cancelar el proyecto.

“Desde nuestro punto de vista, la fuerte necesidad de incrementar la capacidad del aeropuerto y el hecho de que 31% de la obra está completa, esto podría tener una influencia positiva en la decisión de la gente”, considera UBS.

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