En la semana del 13 de mayo se llevó a cabo la 16ª Conferencia de Private Equity en Mercados Emergentes que organiza el International Finance Corporation (IFC), arma del Banco Mundial que trata con el sector privado junto con Emerging Markets Private Equity Association (EMPEA) y es muy interesante resaltar algunos de los puntos tratados en este foro, meca de los fondos de capital privado en mercados emergentes.

Pongo como encabezado “Private Equity” dado que en el léxico financiero internacional tiene una connotación muy puntual, referente a inversiones de capital que hacen fondos de capital privado en empresas y proyectos en el mundo. Esta industria ha sido un detonador importantísimo del desarrollo económico de los Estados Unidos.

En nuestro país es una industria incipiente, iniciada en los 80’s con las llamadas SINCAS (Sociedades de Inversión de Capitales), que por la complicación fiscal, lamentablemente nunca pudieron despegar. Los fondos internacionales de Private Equity han estado invirtiendo en nuestro país desde hace un par de décadas y los enfocados específicamente en México son más recientes; en su mayoría constituidos en jurisdicciones en el extranjero, principalmente Canadá por ofrecer una transparencia fiscal a los llamados LP’s (Limited Partners) que son los inversionistas institucionales (fondos de pensiones, compañías de seguros, fundaciones, family offices, fondos de fondos, bancos de desarrollo y otras instituciones financieras).

Por muchos años nuestros principales inversionistas institucionales (Afores) estuvieron impedidas de invertir, hasta que recientemente les fue permitido a través de CKD’s, híbrido diseñado en México en el que indirectamente se les permite invertir en la industria de capital privado. El CKD es un instrumento más parecido a los llamados Income Trusts canadienses, instrumentos que invierten en flujos más que en capital.

Lamentablemente en México todavía no hemos creado una industria de fondos de capital privado per se, sino como se mencionó, en forma indirecta.

El IFC promueve intensamente la estructuración de fondos de capital privado en mercados emergentes dado que tienen la versatilidad de proveer capital y experiencia que normalmente tiene un impacto en el crecimiento de las empresas y en la generación de empleos.

Las instituciones que organizan este evento llevan a cabo una encuesta con más de 106 LP’s ubicados en 30 países, que en conjunto administran más de 680 mil millones de dólares y que reflejan su forma de visualizar sus inversiones, la evolución de los mercados, cuáles de estos son atractivos y cuáles no, junto con detonantes que promueven su apetito de inversión y los factores que perciben como disuasivos a la misma.

La encuesta arroja que 41% de los LP’s aumentarán sus inversiones en los países emergentes y 54% destinará nuevos recursos, 78% respondieron que sus expectativas de retorno fueron cumplidas o sobrepasadas. Cabe mencionar que estas figuras se vieron afectadas por mejores expectativas en mercados desarrollados, sin embargo, los fondos invertidos en China y América Latina (excluyendo Brasil), arrojaron las mejores expectativas de los mayores retornos a la inversión.

Es interesante notar que los mercados NON-BRIC son los que atraen la atención de los LP’s, destacando en primer lugar Latino América (excluyendo Brasil). Por primera vez en el evento hubo una sección dirigida especialmente a México, aunque cabe aclarar que las encuestas marcan a la Región Andina (Perú, Colombia y Chile) como la más atractiva de la zona, con 46% de preferencias; nuestro país con 29%; Brasil con un bajísimo 4% y los que llaman Frontier Markets (como Centroamérica y otros) 20%.

A pesar del cambio de preferencias, Brasil es el país que más ha captado recursos de capital privado en la región con más de 60%, quedando México rezagado en un cuarto sitio después de Chile y Argentina. Dentro de las preferencias de inversión destacan claramente las inversiones en energía e infraestructura en nuestra región.

Es innegable que nuestro país ha llamado la atención con las importantes reformas que se están llevando a cabo, sobre todo en la energética y telecomunicaciones, situación que se percibe en foros como el aquí mencionado, sin embargo, a nuestro país le hace falta el desarrollo de una verdadera industria nacional de fondos de Private Equity como los existentes en diversas partes del mundo, siendo estos catalizadores del desarrollo económico a través de la capitalización e institucionalización de las empresas y que eventualmente estas alimenten nuestro limitado mercado de valores como vehículo de salida de los inversionistas institucionales.

* Presidente del Comité Técnico Nacional de Finanzas Corporativas del IMEF

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